Dentro de este calendario de protestas, este próximo viernes, día 25 de febrero, en la ciudad de Valencia "SOS: por la supervivencia del campo valenciano"
Castellón Información
Desde la unidad de acción, todas las organizaciones profesionales agrarias de la Comunitat Valenciana están protagonizando una amplia campaña de movilizaciones que concluirá con una gran manifestación en Madrid el 20 de marzo. Dentro de este calendario de protestas, el sector agrario gritará el próximo viernes 25 de febrero en la ciudad de Valencia "SOS: por la supervivencia del campo valenciano", y el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de CEV Castellón, reunidos hoy por primera vez bajo la presidencia de Luís Martí, han querido mostrar su apoyo a un sector, el agrícola, que tradicionalmente ha estado muy ligado al progreso económico de la provincia; que tiene carácter estratégico, como proveedor de alimentos, y cuya relevancia económica va más allá de su propia actividad, al ser un sector estrechamente vinculado con otras actividades como la industria agroalimentaria.
Tal y como han denunciado los representantes del sector, éste atraviesa una situación complicada a consecuencia del incremento de los costes de producción, la incapacidad para repercutirlos en los precios, la pérdida de cuota de mercado de los productos comunitarios en favor de los agrios foráneos, el déficit de cobertura de riesgos en el seguro de cítricos, la falta de soluciones frente a las plagas y enfermedades, los cambios en la contratación aprobados en la reforma laboral, los recortes en la futura PAC y la firma sistemática de acuerdos comerciales de la Unión Europea con países terceros que utilizan la agricultura mediterránea como moneda de cambio, sin establecer reciprocidad o "clausulas espejos", es decir, la obligación de que las importaciones que llegan al mercado europeo cumplan las mismas exigencias que la producción europea.
Ante esta coyuntura los órganos de gobierno de CEV Castellón han reclamado una mayor atención para el sector, y la aprobación de medidas que impulsen su competitividad, garanticen su sostenibilidad económica, y atraigan empleo joven y cualificado, de modo que el sector no decaiga en un progresivo declive.
Tal y como ha afirmado el presidente de CEV Castellón, Luis Martí, "la agricultura no sólo es esencial como proveedora de alimentos, un papel que ha quedado una vez más de relieve durante lo peor de la pandemia, también resulta fundamental como preservadora de nuestro territorio y medio ambiente y es la mejor garantía para frenar la despoblación de nuestro medio rural". Además, "no olvidemos que el sector agrícola en Castellón ha sido el origen sobre el que se han apoyado la mayor parte de los sectores económicos de la provincia, por lo que hemos de ensalzar la importancia de su pasado y asegurar su futuro", ha añadido.
Por su parte, José Vicente Guinot, representante del sector, ha denunciado que los agricultores y ganaderos de Castellón están pasando uno de los momentos más bajos de las últimas décadas. "Mientras los consumidores empiezan a pagar más caros los alimentos en la tienda, a pie de campo o de granja los productores seguimos recibiendo los mismos precios, o menos. Sentimos que las administraciones nos dan la espalda y nos dejan desamparados, a pesar de nuestra contribución económica, social y medioambiental".
Según datos del Ministerio de Agricultura, la Comunitat Valenciana ha perdido en el último año 2.047 hectáreas de terreno cultivado, con lo que ya tiene un total de 164.949 hectáreas sin cultivar, lo que la convierte en la comunidad con mayor abandono de tierras. Dada la situación, Guinot ha pedido que se adopten soluciones que eviten un mayor envejecimiento de la población rural, una mayor falta de incorporación de jóvenes al sector y el abandono de más tierras sin cultivar.