Hay algunos futbolistas del Villarreal que no tienen descanso este verano. Es el caso de los lesionados Chechu Dorado, Pablo Íñiguez y Hernán Pérez. Todos apuran para intentar lo mejor posible a la pretemporada. En el caso del paraguayo es más complicado porque está en pleno proceso de recuperación de una grave lesión de rodilla. Dorado podría seguir en el club de la Plana Baixa, mientras que para el joven Íñiguez se le podría buscar una cesión a un equipo de Segunda División.
F. A.
Chechu Dorado trabaja sin descansar. Quiere seguir en el Villarreal y para ello debe prepararse para llegar lo mejor posible al inicio de la pretemporada, para lo que resta menos de un mes. Sufrió una fisura en el quinto metatarsiano de su pie derecho a principios del mes de marzo y recayó de la lesión a finales de mes, en el partido frente al Valencia en Mestalla, en el que ya se produjo una fractura del mismo dedo.
Asegura el defensa que "estoy haciendo un tratamiento que esta siendo lento y costoso, pero tras la primera recaída no debemos tener prisa", para agregar que "en estos momentos la idea y el objetivo es el de llegar o poder estar bien para la pretemporada, pero depende de cómo vaya solidificando al fractura".
Chechu Dorado califica su evolución como "más positiva. Tras la última visita al médico las pruebas realizadas apuntan a que las cosas van mucho mejor". Así es que en un principio el zaguero estará para la pretemporada. Le resta un año más de contrato y confía en cumplirlo, ya que hasta la fecha nadie del club le ha comunicado lo contrario.
Por su parte, el Villarreal analiza la oferta de seis millones que le realizó ayer el Atlético de Madrid por el traspaso del portero Sergio Asenjo, más las cesiones de Oliver Torres y Leo Baptistao. Es un poco elevada, pero se está tratando en el club de la Plana Baixa. Los tres futbolistas son muy interesantes.
