Pese a las sanciones y el precinto policial de la terraza del bar, el acusado volvió a instalar mesas y sillas en la calle en 2014 y 2015
Castellón Información
La Fiscalía pide provisionalmente cinco años y dos meses de cárcel y multa por un delito de contaminación acústica para el propietario de un restaurante de Castelló por los ruidos y molestias generados con dicha actividad a los vecinos del edificio donde se ubica el establecimiento. En el juicio, que se celebra este martes en la sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón, se dará a conocer que los afectados llegaron a presentar una denuncia en los juzgados por esos problemas en mayo de 2013. Igualmente, entre 2011 y 2016, llamaron reiteradamente a la Policía Local y presentaron varias reclamaciones al ayuntamiento de la ciudad para quejarse del ruido.
La terraza del bar fue clausurada por la Administración municipal. El establecimiento fue también denunciado por ocupar espacio público y utilizar medios sonoros sin autorización. La Guardia Civil realizó igualmente mediciones sonoras en la vivienda de una vecina que dieron como resultado unos niveles acústicos que superaban los límites legales.
Pese a las sanciones y el precinto policial de la terraza acordados por el Consistorio, según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, el acusado, al menos desde el 19 de noviembre de 2014 y a lo largo de 2015, volvió a instalar mesas y sillas en la calle en diferentes ocasiones. Los ruidos del local provocaron supuestamente trastornos adaptativos crónicos y ansiedad a los residentes de una de vivienda.