Durante miles de años, el ser humano ha tratado de adaptar las condiciones del entorno para lograr el máximo confort posible. Lo hizo con el descubrimiento del fuego y sus usos para proporcionar calor y luz durante la noche, así como con la construcción de hogares con la máxima comodidad posible a través de la historia. Así pues, en la actualidad, podemos disfrutar de la acumulación de estos conocimientos en forma de distintos sistemas de climatización que garantizan el confort térmico en el interior de nuestras viviendas.
Nadie duda de que estos sistemas sean totalmente necesarios para adaptarnos a las duras condiciones de algunas estaciones del año. Es decir, sirven para hacer más llevaderos los días más calurosos del verano y más fríos del invierno. Sin embargo, desde hace algunos años se está hablando de que la aplicación de algunos tipos de climatización es perjudicial para el medio ambiente.
En concreto, desde hace unos años se ha puesto el foco en los aparatos de aire acondicionado como responsable del 14% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Estos gases son aquellos que se acumulan en la atmósfera del planeta y que se caracterizan por ser capaces de absorber la radiación infrarroja del sol. Aunque obviamente, existen otros sistemas de climatización, como el gas natural o los que requieren de combustión que liberan a la atmósfera mayor cantidad de estos GEI.
Con ello, estos gases son capaces de retener este calor y elevar la temperatura en la atmósfera, por lo que favorecen al calentamiento global. Y, en consecuencia, crean la situación ideal para que se produzca el cambio climático que estamos sufriendo en la actualidad. Entre los gases que citamos, se encuentran los gases refrigerantes que utilizan los aparatos de aire acondicionado, así como el metano, los fluorados y el dióxido de carbono (CO2).
Sin embargo, esto no quiere decir que la humanidad tenga que prescindir de los sistemas de climatización, sino que debe optimizar su uso. Es decir, aunque haya algunos sistemas que puedan resultar más contaminantes que otros, es posible utilizarlos de una manera responsable para garantizar el confort térmico de nuestro hogar. Por ello, los profesionales de TSCLIMA nos van a dar una serie de consejos para saber qué sistemas debemos utilizar y cómo podemos reducir la huella de carbono en el medio ambiente.
Uso de sistemas de climatización eco-sostenibles
Aunque se ha dicho muchas veces que los sistemas de climatización no son necesarios, que antiguamente la humanidad sobrevivía sin ellos y que son altamente contaminantes, debes saber que no es exactamente así. Por algo, el ser humano, desde sus orígenes, ha tratado de controlar las condiciones en pos de un mayor confort con la necesidad de sobrevivir a las épocas de frío o calor extremos.
Asimismo, aunque existen sistemas de climatización que emiten Gases de Efecto Invernadero, como el gas natural o las energías procedentes de la combustión, también existen sistemas de climatización que producen unas bajas emisiones de GEI y métodos de consumo energético eficiente y responsable para reducir su emisión en aquellos aparatos que los producen en mayor medida. Por ello, como ves, son necesarios y no necesariamente deben tener un impacto negativo en el medio ambiente. Sin embargo, ¿qué tenemos que hacer para conseguir este objetivo?
Incrementar la certificación energética en nuestro hogar
Los gobiernos europeos han impuesto que todos los aparatos electrónicos deben contener una etiqueta de certificación energética, que va de la A a la G, siendo la primera la más eficiente y la segunda la menos eficiente. La misma certificación similar se ha aplicado a las viviendas y espacios interiores dependiendo de la capacidad de los mismos para retener los niveles de temperatura respecto al exterior cuando utilizamos sistemas de climatización, tanto en invierno como en verano.
Es decir, contar con viviendas eficientes energéticamente deriva en un mayor mantenimiento de la temperatura que proporcionan, por ejemplo, los sistemas de aire acondicionado split, multisplit o por conductos, la aerotermia, el suelo radiante, los radiadores, etc. Esto hace que estos sistemas de climatización sean más efectivos y no tengan que trabajar tanto para mantener la temperatura. Por lo tanto, se permite reducir las menores emisiones de CO2 a la atmósfera.
Por ello, aparte de contar con aparatos electrónicos de aire acondicionado que tengan una alta calificación energética, se debe elevar esta calificación en nuestros hogares. Esto se debe realizar a través de reformas en las viviendas. Es decir, aplicando materiales aislantes térmicos en puertas y ventanas, así como en paramentos, suelos y techos. De esta manera, se puede propiciar el mantenimiento de la temperatura al utilizar, por ejemplo, un aparato de aire acondicionado.
Utilizar los aparatos de aire acondicionado de manera responsable
Entre los sistemas de aire acondicionado, los más comunes son los split, que cuentan con una unidad interior y otra exterior para proporcionar refrigeración o calefacción, en principio, a una única estancia. También están los sistemas de multisplit, con una unidad exterior y dos interiores, así como el sistema de aire acondicionado por conductos.
Todos estos sistemas se pueden utilizar de manera responsable o irresponsable. Por ejemplo, el hecho de ajustar una temperatura excesivamente baja para el verano o desmesuradamente alta para el invierno, es una de las causas principales por las que el aparato genera altos niveles de emisiones de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera.
Es decir, si se ajusta la temperatura de manera que queda a 8 grados de distancia de la temperatura exterior, estamos propiciando que, en el interior de nuestro hogar, la temperatura sea más confortable que en el exterior. Y, además, con esta acción responsable se consigue que el aparato no trabaje en exceso emitiendo gases de efecto invernadero de forma continua. De esta manera, también se permite evitar la emisión de estos gases con el ahorro de energía eléctrica que proporciona un consumo responsable.
Uno de los sistemas de aire acondicionado que hemos nombrado, el que va por conductos, puede resultar o bien el más eficiente o bien el más perjudicial por este motivo. Si vas a hacer un consumo responsable, es, tal vez, la mejor opción para proporcionar climatización a tu hogar sin dañar al medio ambiente de forma demasiado significativa.
Esto se consigue gracias a que tienes un termostato en cada habitación con el que puedes abrir o cerrar las rejillas de ventilación. De esta manera, aunque puedes proporcionar climatización a todo el hogar, también puedes seleccionar en qué habitaciones quieres lograr el confort térmico y en cuáles no.
Instalar aerotermia con suelo radiante
La aerotermia se ha convertido en uno de los sistemas de climatización más demandados tanto desde el punto de vista económico y energético como desde el punto de vista ecológico. Esto se debe a que es un tipo de climatización renovable, limpia, que permite un elevado ahorro de energía y de dinero al cabo del mes y que, además, no emite gases de efecto invernadero.
Todo ello gracias a la instalación de una unidad interior y otra exterior unida a un sistema de tubos que permiten garantizar el confort térmico en el interior del hogar. Este sistema, habitualmente utiliza el agua como fluido refrigerante y pueden utilizarse tanto con radiadores de pared como con suelo radiante, entre otros métodos.
Hay que tener en cuenta que el suelo radiante que funciona gracias a la aerotermia, utilizando el agua como fluido refrigerante, es un sistema que se caracteriza por unas bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque su instalación suele ser un poco engorrosa y cara, desde el punto de vista económico, lo cierto es que se está posicionando como el sistema de climatización más eficiente del mercado en la actualidad. Por ello, es probable que, en el futuro próximo, sea el sistema más utilizado, destronando a los aparatos de aire acondicionado tradicionales.
Por lo tanto, disfrutar de una buena climatización en nuestro hogar no es incompatible con reducir la huella de carbono en la atmósfera. De esta manera, si alguien te viene con el cuento de que los seres humanos de la antigüedad no necesitaban el aire acondicionado, puedes responder que, si no lo hubieran necesitado por supervivencia, hoy en día no se habría inventado y que se puede disfrutar del confort térmico con el máximo respeto al medioambiente. De hecho, los sistemas de climatización son cada vez más eco-sostenibles.
