Es el colegio público más antiguo de Burriana, que fue inaugurado en 1964, un año después del fallecimiento del misionero jesuita burrianense Joaquín Vilallonga Vernia.
El alcalde de Burriana, José Ramón Calpe, y la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio Pare Vilallonga, María Dolores Morales, han suscrito hoy un convenio de colaboración con motivo del próximo 50 aniversario del centro, el colegio público más antiguo de Burriana, que fue inaugurado en 1964, un año después del fallecimiento del misionero jesuita burrianense Joaquín Vilallonga Vernia.
El acuerdo, en cuya firma ha estado también presente la concejal de Educación, Ana Montagut, contempla una aportación económica del Ayuntamiento de 400 euros para financiar parte de la edición de una agenda conmemorativa, repartida a todos los alumnos del centro, así como de algunos gastos derivados de los eventos programados en torno al 21 de marzo.
Ana Montagut ha avanzado también que el Ayuntamiento, en colaboración con la AMPA, la dirección del centro y la familia de Joaquín Vilallonga -en especial, del burrianense Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga, Embajador de España-, prepara una exposición sobre la vida y obra de este misionero jesuita que entregó gran parte de su vida por los más necesitados y los leprosos en Filipinas, "para que, tanto la comunidad educativa del colegio como toda Burriana, conozca más la figura de este burrianense ilustre", expresa la edil de Educación.
Biografía
Joaquín Vilallonga Vernia nació en Burriana el 13 de agosto de 1868, concretamente en el número 6 de la calle Sant Agustí, hijo de Juan Vilallonga y Teresa Vernia.
Estudió Bachillerato en Valencia, y en 1885 ingresó en la Compañía de Jesús, donde sus superiores le destinaron al estudio al apreciar sus dotes intelectuales. Posteriormente, continuó sus estudios de Filosofía y Ciencias en Tortosa, antes de su primera estancia como misionero en Filipinas, impartiendo clases de Matemáticas, Física y Teología en el Ateneo de Manila.
Más adelante, regresó a España para proseguir sus estudios de Teología en Tortosa y para su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar el 28 de julio de 1901. Completó su formación teológica en la Universidad de San Luis (Missouri, EE UU), donde en 1903, en el transcurso de un acto, defendió de manera magistral 212 tesis impugnadas por otros teólogos, lo que le valió la felicitación personal del entonces presidente de EE UU, Theodore Roosevelt.
Joaquín Vilallonga volvió a Filipinas como profesor de Filosofía, Física y Química, y ocupando los cargos de rector del Ateneo de Manila y director del Museo de Ciencias Naturales de la misma ciudad. En 1917 fue nombrado superior de la Misión Jesuita de Davao y, en 1921, ya era el de toda la orden en Filipinas. Ese mismo año regresó a España con el cargo de Provincial de Aragón, aunque siguió viajando por Europa, América e India, donde fundó en 1934 una misión en Ahmedabad.
En 1945, el Papa Pío XII le concedió la Santa Cruz de Cristo y en 1948, tras pronunciar una oración en la tribuna del Senado de los EE UU, marchó definitivamente a Filipinas para atender por deseo expreso la leprosería de Culion.
En 1959, a sus 91 años, recibió el prestigioso Premio Magsaysay en Filipinas y el Papa Juan XXIII le otorgó la medalla Pro Ecclesia et Pontifice. El 7 de septiembre de 1962, el Embajador de España en Filipinas le concedió la Encomienda de Isabel la Católica. A sus 94 años, tras una caída de la que no se recuperó, falleció el 1 de febrero de 1963. Sus restos reposan en el cementerio de Novaliches de Filipinas.