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Santos Borré no es que sea un diamante por pulir. Está en la edad de dar el salto a lo más alto, o quedarse en tierra de nadie. Llegó el verano pasado cedido por el Atlético de Madrid y en enero pasado estuvo a un tris de regresar al conjunto colchonero. Al final se decidió apostar por él hasta final de campaña. Y lo cierto es que de un tiempo a esta parte el colombiano ha logrado dar alegrías a la afición amarilla a base de goles: tres en los dos últimos partidos (Real Madrid y Osasuna). Él es consciente de que ahora con la recuperación de Roberto Soldado deberá apretar de lo lindo para ganarse un puesto en las convocatorias de Fran Escribá.
El jugador reconoció este jueves que, para él "ha cambiado la fortuna de cara al gol". Siempre lo buscó, pero casi siempre se le resistió."Marcar supone una gran alegría, ya que llega en un momento "importante para el equipo y de cara al final de temporada y tras mucho esfuerzo, trabajo y ayuda de los compañeros", dijo el joven ariete colombiano del Villarreal.
Reconoció Santos Borre que el miércoles en El Sadar tuvo la suerte de salir y encontrarse con un gol, que suponía el 1-3 y ponía el partido "muy de cara". "Después llegó el segundo que nos supuso una gran alegría en un partido en el que aprovechó los espacios y la velocidad" tal y como le indicó el técnico, Fran Escribá. Ahora sólo piensa en el encuentro de este sábado a las 18.30 horas contra el Espanyol en el Estadio de la Cerámica, donde buscará jugar minutos y si se puede repetir de cara a la portería rival.
Molestias de Jaume Costa
Jaume costa, lateral zurdo del Villarreal, se retiró el miércoles del partido contra Osasuna por unas molestias en la cadera, pero está bien. Podrá jugar este sábado en casa contra el Espanyol.
