Los comerciantes piden soluciones al tráfico y al aparcamiento antes de que se inicien las obras
El comercio de Castelló está ‘calentito’, algunos siguen recibiendo multas de la peatonalización del casco antiguo y ya temen las consecuencias de la reurbanización de la Plaza de la Paz. De la peatonalización de la ‘gran manzana’ para convertirla en Zona de Bajas emisiones, ya ni quieren imaginar. Piden que se estudien las soluciones antes de generar los problemas.
EM/ Castellón Información
El Ayuntamiento de Castelló, ha reunido hoy al Consejo Municipal del Comercio, un órgano consultivo integrado por las diferentes asociaciones de comerciantes de la capital de la Plana, y por los representantes municipales.
Aunque no estaba en el orden del día, uno de los temas que ha salido a colación, ha sido el de la remodelación de toda la gran manzana de la ciudad, dentro de las rondas, para su transformación en Zona de Bajas Emisiones. O lo que es lo mismo, la peatonalización y semipeatonalización de la almendra central de la capital de la Plana.
En este sentido, tanto el concejal de Movilidad, Jorge Ribes, como la de Comercio, Mary Ribera, han explicado las excelencias de esta iniciativa para la que Castelló recibirá 7,8 millones de euros de fondos europeos.
Ambos concejales han señalado que la actuación se corresponde con una normativa europea que afecta a las ciudades con más de 50.000 habitantes, que deberá estar resuelta en 2023.
Desde el equipo de gobierno se han ‘vendido’ las bondades de esta iniciativa con la que “se llevarán a cabo acciones para aumentar los espacios verdes, fomentando la circulación de bicicletas y vehículos de movilidad personal con el objetivo de dar más protagonismo al peatón y hacer del centro un espacio más cómodo, saludable, que facilite el tránsito de las personas y mejore la convivencia entre comercio y ciudadanía”. Ribes ha apuntado además que el Ayuntamiento tiene previsto construir un aparcamiento disuasorio junto a la estación de Renfe para facilitar la llegada al centro de manera sostenible.
Indicaban, que el proyecto, que persigue reducir las emisiones de CO2 vinculadas al tráfico, está actualmente en la fase de licitación de la redacción del proyecto y ejecución de las obras y recoge que deberá contar con un proceso participativo abierto para fomentar el desarrollo de estrategias urbanísticas participativas, generar procesos de deliberación colectiva, crear foros de discusión y consenso, así como movilizar el tejido social de Castelló. “Está previsto, y así consta en los pliegos, que deberá haber un proceso de participación para que el proyecto se elabore de manera colaborativa”, ha indicado.
La implantación de la ZBE, manifestaban los concejales, incluye un cambio modal en el entorno urbano, con la adecuación de calles de la zona centro a plataforma única y acciones que reduzcan las emisiones y la contaminación acústica, con el incremento del espacio para el peatón, el fomento de la circulación de bicicletas y vehículos de movilidad personal, la reducción del tráfico rodado, el incremento del espacio verde, el reaprovechamiento del agua o la mejora de la calidad lumínica.
Multas sin devolver, zonas sin señalizar, promesas sin cumplir
Pero todas estas explicaciones no han convencido a los comerciantes. Fuentes de este sector han reprochado a los concejales: que no se han devuelto todas las multas del cierre del casco histórico vigilado por cámaras.
Que se han instalado más cámaras que bolardos había. Que no se ha cumplido la promesa de poner badenes ‘avisadores’, ni señales ni carteles que indiquen a los ciudadanos cómo y por donde deben transitar.
“Mi dependienta lleva acumuladas más de 40 multas”, afirmaba uno de los asistentes a este Consell, y todo ello porque cuando la gente accede a Castelló no sabe por dónde tiene que entrar en el parking, donde los multan y donde no. “Se ha facilitado muy poca información”.
Afirman los comerciantes, que los concejales han reconocido que hay muchas cosas que no se han hecho “porque costaban mucho dinero”.
Pero eso no resulta un consuelo para los comerciantes, que necesitan mantener las puertas abiertas, recuperar su clientela tras la pandemia, y potenciar el sector con los clientes de Castelló y su área metropolitana.
Si a eso se le suma la reurbanización de la Plaza de la plaza de la Paz, y que según indica el sector, el ayuntamiento todavía no sabe cómo va a resolver el acceso a los parkings; y que la ZBE, la peatonalización de la Gran Manzana ya está en punto de adjudicación para que comience lo antes posible, el grado de desesperación del Comercio ya es superlativo.
Según han asegurado a Castellón Información, el ayuntamiento todavía no sabe cómo va a resolver los problemas de estacionamiento, tanto de los vecinos comprendidos en la gran manzana, como el acceso de los posibles clientes a los locales comerciales.
Tampoco se han diseñado todavía los desvíos o las alternativas para poder estacionar en los aparcamientos de Castelló. ¿Dónde y cómo se van a crear los aparcamientos disuasorios? ¿cómo se va a resolver la movilidad de las personas para que los clientes no huyan a los grandes centros comerciales de la periferia?
“En mi zona han cerrado ya 44 comercios durante el último año”, explicaba una de las representantes de los comerciantes “Y a partir de septiembre veremos cuantos quedan”.
¿Qué quieren? ¿Empezar la casa por el tejado?
Es cierto que el proyecto de la gran manzana que ha salido a concurso contempla que la empresa adjudicataria habrá que presentar alternativas para todas estas quejas. Pero ante esta respuesta los comerciantes insisten ¿Y no podían haber estudiado las alternativas antes de sacar a concurso el proyecto? ¿Qué quieren?, empezar las obras cuanto antes porque hay elecciones en 2023? ¿Y a nosotros quien nos facilita las cosas para que puedan sobrevivir nuestras actividades? ¿Qué van a tener que hacer los miles de vecinos que viven en la zona afectada y que no tienen garaje dentro de su vivienda?
Para el comercio son demasiadas preguntas y muy pocas respuestas “Como hace siempre van a empezar la casa por el tejado, sin tener soluciones y quienes lo vamos a pagar somos nosotros.
Aparcamientos disuasorios en el aire
En cuanto a los aparcamientos disuasorios, señalaban que ya la alcaldesa les habló hace año y medio del parking de la estación, pero eso todavía no está hecho. “Nos han dicho también que el parking del antiguo recinto de Mercados no es municipal en su totalidad, que hay una parte de titularidad privada. Que los aparcamientos del nuevo recinto de Ferias y Mercado necesitan de una inversión enorme antes de que se puedan poner en marcha. “Y mientras ¿Qué tenemos que hacer?, ¿dónde se meten los coches?, ¿Qué facilidades damos a los clientes para potenciar el comercio del centro?
Para el sector del comercio de Castelló pintan bastos: “ahora que comenzábamos a recuperar la clientela gracias a los bonos para aparcar gratuitamente en el centro, nos van a dar otra vez la puntilla”. Y eso que, además, indican, esos bonos se han publicitado gracias a los mismos comerciantes, porque el ayuntamiento solo sabe decirles que cualquier tipo de campaña cuesta mucho dinero.
A tenor del malestar del Comercio, los concejales se han comprometido a mantener más reuniones con ellos.