A pesar de que han vuelto las fiestas fundacionales, las ventas se han reducido en un 50 %
Laura Torlà/ Castellón Información
Un sector que se ha visto afectado especialmente por la crisis ocasionada tras la pandemia de Covid-19 durante estos años ha sido la industria de telas y trajes de ‘magdaleneras’ y otros vestidos regionales. Después de dos años sin la celebración de las Fiestas Fundacionales de Castelló de la Plana, estos negocios siguen ‘sin levantar cabeza’.
Modistas, sastres y empresarios relacionados con este sector tan concreto todavía no han podido recuperarse del duro golpe que el coronavirus les ha dejado. Castelló de la Plana lleva dos años sin celebrar sus fiestas de la Magdalena, lo que ha supuesto un parón en la compra de este tipo de materiales, que a perjudicado a múltiples comercios locales, sobre todo a los que se dedicaban en exclusiva a este nicho de mercado.
Este sector soñaba con mejorar su situación a partir de este 2022 con la llegada otra vez de las fiestas y la mejora en la crisis sanitaria. Pero no ha sido el caso, según cuentan algunos comercios locales de la ciudad de Castelló a Castellón Información. El factor principal por el cual todavía no ha llegado la recuperación económica a este sector, según cuentan desde algunos comercios, es que la mayoría de las magdaleneras reutilizarán sus antiguos trajes.
Puesto que la pandemia llegó de manera inesperada y las fiestas de la Mgadalena de 2020 se cancelaron apenas unos días antes de celebrarse, las magdaleneras, madrinas y demás festeros, ya tenían todo preparado. Ahora, dos años después, la mayoría de estos utilizarán todo lo que tenían guardado y preparado para utilizar.
“No se ha vendido casi nada, la gente repite con el traje que tenía guardado. Hemos vendido alrededor de un 50 % menos que en los años previos a la pandemia”, explican desde una tienda local de telas del centro de Castelló de la Plana.
Las niñas y magdaleneras más jóvenes que han cambiado de talla durante estos dos años han sido las que más han comprado durante estos últimos meses, ultimando los arreglos de sus antiguos vestidos. “Sobrevivimos a base de arreglos y algunos complementos”, confiesan desde otra tienda especializada en este sector.
Otro factor que tampoco ha propiciado la mejora de las ventas de las telas y trajes es el miedo a una posible cancelación de las fiestas. Tras dos años encadenando suspensiones y aplazamientos de actos, la situación actual con la Covid-19 no planteaba un escenario muy propicio para que volviesen las fiestas fundacionales. Por lo que, según cuentan desde diferentes establecimientos del sector, “muchos no se han atrevido a hacerse el traje estos últimos meses por si al final volvíamos a quedarnos sin fiestas”.
Aunque la situación actual no es muy positiva, la previsión de cara al futuro por parte de estos comercios es esperanzadora. “Creo que dentro de un año la cosa será diferente y podremos volver a manejarnos con los números de los años anteriores a la covid”, confiesan desde uno de los comercios del sector. Desde otro establecimiento añaden que, “vamos a tener confianza en que se acabe la guerra y la pandemia y salga el sol”.
