Actualmente no existe un norma a nivel internacional, no obstante, si sigue creciendo su uso, puede que organizaciones mundiales establezcan tratos o acuerdos
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Antes que nada se debe aclarar que el presente artículo explica cómo puede hacer un contador para llevar la contabilidad con las criptomonedas, entre otras actividades relacionadas. Si uno o varios contadores deciden trabajar con estos recursos invirtiendo en ellos o comercializándolos de diversas formas, ya forma parte de otro tema completamente distinto. Entrando en tema, es normal que algunas personas se pregunten cómo registrar operaciones financieras en criptomonedas al llevar la contabilidad personal o la de una empresa, debido a que no son efectivo, ni cheques ni ningún otro instrumento de pago convencional. Además, no constituyen un acuerdo con terceros que se pueda traducir en bienes materiales a futuro, como pasa con las cuentas por cobrar. Lo que significa que se debe utilizar un poco de ingenio para clasificar un recurso financiero que si bien es muy práctico, solo tiene un par de décadas, como mucho. Una posible respuesta es categorizar a las criptomonedas como activos intangibles, ya que no se pueden tocar ni poseen una forma definida. Claro está, para tener una idea del valor, habría que calcular las criptomonedas registradas por la tasa actual, así que lo ideal es estimar este recurso por sí mismo. En otras palabras, evitar pensar que se tiene tanta cantidad en moneda fiduciaria (dólares, euros, pesos, etc.) al hacer una conversión aproximada y en vez de eso, calcular directamente cuantas criptomonedas se tienen (sean bitcoins, ethereums u otras).
¿Qué reglamentos existen para contabilizar criptomonedas?
En la actualidad no hay ninguna normativa internacional que dictamine cómo realizar esta labor. Ahora bien, antes de preocuparse por este tema, es necesario tener al menos algunas criptomonedas o mantenerlas guardadas. En este sentido, existen páginas web como https://bitcoinchampion.io/es que presentan información relacionada con el tema. Retomando la falta de un ente que regule el aspecto contable de las criptomonedas, se debe considerar que ningún país tiene centralizada la emisión de estos recursos, precisamente porque son elementos descentralizados. Esto implica que cualquier posible intento de ciertos países para regular dichas monedas puede ser inútil. Ya se ha visto que algunas naciones prohíban ciertas criptomonedas dentro de su territorio o establezcan algún tipo de sanción, pero ya este tema no está vinculado con el recurso en sí, sino con el sistema de gobierno que exista en ciertos países. Es decir, una posible regulación puede provenir de un mandatario, mas no significa que esté asociada al ethereum o al bitcoin u otra criptomoneda. Para más detalles, es posible revisar el contenido de este escrito.
¿Qué se espera a futuro?
Si sigue creciendo el uso de las criptomonedas, puede que organizaciones mundiales establezcan tratos o acuerdos para reglamentar las operaciones en sectores grandes del planeta, como podría ser un continente. Vale decir que esa sería una de las pocas opciones para que una reglamentación surta efecto a nivel global, puesto que cuando se limita a uno o dos países, muchas veces ni afecta a los ciudadanos (especialmente si saben cómo lidiar con las restricciones). Sin embargo, no está de más que los profesionales de la contaduría estudien el tema y busquen forma de adaptar su profesión a novedades, como lo son las criptomonedas. Tal vez les convenga un curso o una capacitación especial según el grado que tengan, la actividad que desarrollen y la criptomoneda que más utilicen. Por último, no estaría mal evaluar cómo se manejarían a nivel empresarial los temas de impuestos. Sin mencionar el pago de los salarios a los trabajadores y la posibilidad de brindarles la opción, de si lo quieren con monedas fiduciarias o criptomonedas; es una posibilidad que se puede presentar en muchas empresas.
