Juan Tosca, psicólogo, y MªJesús García, vicepresidenta del Teléfono de la Esperanza de Castelló, explican las 6 claves para conseguirlo
Clara Cabrera
“¿Cómo no nos dimos cuenta?”. “Podríamos haber hecho algo…”. Estas son algunas de las frases con las que se culpabilizan los familiares o amigos de una persona que se ha suicidado.
En la ciudad de Castelló el suicidio es la principal causa externa de muerte, según informan los datos del Instituto Nacional de Estadística. El informe “Evolución del suicidio en España en este milenio (2000 - 2021)” sitúa a la provincia en el séptimo lugar con mayor tasa de incidencia del país.
El primer paso frente a estas situaciones es acudir a un especialista, sin embargo, el entorno de una persona susceptible al suicidio es fundamental. El psicólogo Juan Tosca y Mª Jesús García, vicepresidenta del Teléfono de la Esperanza de Castelló, consideran que para ser un buen apoyo en estos casos se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Hay que recomendarle a la persona afectada acudir a un especialista. Ambos expertos coinciden en que esta es la forma de ayuda más eficaz, ya que los familiares y amigos no tenemos las herramientas suficientes para afrontar esta situación. "Al final los familiares podemos llegar a ser un apoyo, pero nunca la solución definitiva", afirma Tosca.
2. Escuchar de forma activa sus sentimientos. Desde el Teléfono de la Esperanza consideran que esto es fundamental para que la persona afectada se sienta valorada. Además, según García, durante estas escuchas los familiares o amigos no deben tener miedo a preguntar abiertamente sobre las posibles intenciones de suicido de la otra persona, ya que esto puede ser el primer paso para dirigirla a un especialista.
3. Observar las señales de alerta. Es difícil detectar cuando alguien tiene pensamientos suicidas. No obstante, según ambos expertos, hay comportamientos que nos pueden dar algunas “pistas”. Según Tosca hay que prestar especial atención a personas con estados de ánimo muy cambiantes, con depresión, víctimas de bullying, de moving, etc. García añade que también hay que observar si la persona muestra desesperanza, si se despide de cosas o personas, si se aisla o si dice frases como "desearía estar muerto" o similares.
4. Ayudarla a mantener un orden en su vida. Según García, es fundamental establecer un "programa de hábitos" que incluya relaciones sociales y aficiones. "Para tener una mente sana es importante estar organizado, realizar una actividad física moderada y tener una vida social media", afirma el psicólogo Tosca.
5. Evitar conductas que provoquen distanciamiento. Según la vicepresidenta del Teléfono de la Esperanza, algunas de estas conductas son:
- Emitir reproches, juicios y acusaciones frente a manifestaciones suicidas.
- Descalificar o desafiar a la persona con expresiones como “hazlo si eres valiente”.
- Comunicar frases huecas como “eso se te pasará” o “no le des importancia”.
- No validar sus sentimientos a través de consejos como “no tendrías que sentir culpa”.
6. Reducir su consumo de las redes sociales. "Con el aumento del uso de las redes sociales el campo de visión y de comparación a nivel personal se ha ampliado brutalmente", asegura Tosca. Y es que el psicólogo considera que las nuevas tecnologías pueden llegar a tener un efecto perjudicial para la salud mental si no se regula su consumo.
Acudir a un especialista, realizar una escucha activa, ayudar a la persona afectada a mantener un orden en su vida, evitar las conductas de distanciamiento y hacer que reduzca (o elimine) su uso de las redes sociales. Estas son las claves que recomiendan los expertos para ayudar a un familiar o a un amigo susceptible al suicidio. Además, también existen recursos de ayuda institucionales y sociales que pueden ser útiles en estas situaciones, tanto para los familiares como para la persona afectada.
