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La futura apertura de la desaladora de Moncofa ha encontrado la firme oposición de los grupos municipales de Compromís, tanto de Moncofa, como de Xilxes a la recepción de este proyecto, símbolo del urbanismo salvaje de la década pasada y ejemplo de un modelo depredador sobre las personas y el territorio.
"Esta obra puede significar la intervención por décadas de nuestro pueblo", ha razonado Sergi Alejos, concejal de Compromís en Xilxes, añadiendo, "este modelo se ha demostrado inútil para mejorar la calidad de vida de las personas, así como devastador para el medio ambiente; la finalidad de esta obra era garantizar el suministro de agua a los nuevos PAIs programados, actuaciones urbanísticas que no se van a realizar, por lo cual su utilidad es, cuánto menos, muy dudosa".
Los representantes de Compromís coinciden en la imposibilidad de pagar el coste de la recepción de la desaladora y plantean muchas objeciones al procedimiento, tanto es así, que han sido el único grupo político que ha pedido al gobierno central (vía Corts Generales) que asuma el coste de la obra, obtenido una respuesta negativa por parte de la administración gobernada por el PP.
"Nos hemos personado en el periodo de alegaciones, puesto que queremos conocerlas todas y los motivos, no queremos dar un paso al lado, sino adelante, puesto que el futuro de nuestros pueblos está en juego" ha sostenido J. Baptiste Vilar, edil de Compromís en Moncofa.
Para finalizar, los representantes de los grupos municipales han coincidido en, "siempre nos rebelaremos en contra de las injusticias, y esta lo es, no podemos conformarnos al recibir una obra que será el fin económico para nuestras localidades, no nos conformaremos y nos arruinaremos a la vez, no hay campos de golf, ni PAIs que realizar, el modelo entró en quiebra hace 10 años y no podemos darle salida, para pagar errores de otros. Un proyecto ilegítimo significa una deuda ilegítimo, que no vamos a asumir. Cada cual tiene que dar cuenta de sus responsabilidades y la nuestra es con las personas que viven en Moncofa y Xilxes, a los que no podemos dejar endeudados por generaciones, por culpa de los sueños megalómanos de unos pocos", ha apostillado Alejos.