La Comunidad Valenciana es la única que ha incorporado estos profesionales en el proceso de detección precoz de contagios
Rastreadores sanitarios. Es un concepto que se ha ido popularizando cada vez más, sobretodo con la aparición de los rebrotes de coronavirus. Pero, ¿en realidad conocemos qué implica este término? ¿es verdad, tal y como afirmó Fernando Simón, que no se necesita un nivel de formación especialmente alto para ser rastreador? Son muchas las preguntas que, en realidad, se agolpan en torno a esta figura. Pues, antes que nada, una primera información: des del Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios (SIETeSS) se viene reclamando que las Comunidades Autónomas incorporen a los profesionales que de verdad, están capacitados para esta función: los Técnicos en Documentación y Administración Sanitarias.
Tàrsila Galdón/Castellón Información
Este sindicato denuncia que se están empleando para esta nueva figura (que no se había creado como tal hasta la llegada de la pandemia) personas con formación base que se “quitan de los hospitales o de los centros de salud”, informa el Secretario General del SIETeSS, Javier Montero Gaspar, y continúa explicando que ya hay unos técnicos que están formados no sólo en todo el proceso de documentación clínica para extraer y registrar los datos para codificarlos o para validar la información, sino también en la atención psicosocial al propio paciente. Un proceso que, al fin y al cabo, facilitaría mucho la coordinación de la salud a nivel estatal.
Porque… ¿qué hace exactamente esta figura?
Los rastreadores son los profesionales que se dedican a buscar a todas aquellas personas que hayan estado en contacto con un positivo de coronavirus.
Evidentemente, el profesional sanitario matiza que para realizar unas cuantas llamadas para establecer los contactos más próximos a la persona en cuestión, no hay que estar muy formado, pero para “dar un valor científico a esos datos, claro que sí”. La Comunidad Valenciana estamos de enhorabuena, ya que es la única Comunidad Autónoma que ha incorporado este perfil (concretamente 100 profesionales) en sus filas. De hecho, en la Comunitat estos técnicos están trabajando en dos áreas distintas: en epidemiología (volcando los datos en el sistema de salud pública) y en salud laboral (todo aquello que tiene que ver con la historia clínica).
Pero lo que más sorprende al Sindicato es el punto 15.10 de la propia conclusión de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados:
“15.10. Reforzar los Equipos de Atención Primaria con personal administrativo con formación sanitaria, por su gran contribución a la desburocratización y agilización de las consultas, a la conexión a distancia entre los centros de salud y las familias, y a la atención personalizada de los pacientes”.
Claro. Es que el Sindicato sospecha que sin saberlo, el Congreso reclama esta figura profesional que sí tiene cuando no la están utilizando para su verdadera función: “en todas las comunidades estamos pidiendo una participación que es increíble que no estemos haciendo”, lamenta el Secretario General del Sindicato Estatal.
¿Pero por qué sí en la Comunidad Valenciana y no en otras?
Las Comunidades Autónomas tienen competencias sobre la atención sanitaria primaria. ¿Esto supone un problema? Montero explica que una cosa es la gestión del personal a nivel de Comunidad Autónoma y otra, “es que se tendría que haber marcado unas directrices muy claras a la hora de utilizar todos los mismos protocolos”, porque: “las normativas propias han llevado a un exceso de información y a un choque de interpretación”.
Pero preocupa, sobre todo, una nueva oleada de contagios
Si no es que estamos ya en esta nueva oleada, pero claro, ahora llega septiembre con todo lo que ello implica: incorporación a la vida diaria de trabajo y la vuelta al cole por parte de los más pequeños, lo que puede significar que, de nuevo, todo se nos vaya de las manos… otra vez.
“Se echa en falta la actitud de los responsables sanitarios, políticos y en los cargos intermedios de hospitales”, opina Montero, quien a su misma vez, explica que hasta ahora, “ha sido todo sacado adelante por los profesionales de base”. Pero lo que de verdad preocupa es que ahora, nos acercamos a una situación muy similar: “estamos a 20 de agosto y no están aplicando la experiencia acumulada en estos meses”.
La tesis de este reportaje parece alarmista, pero claro, los sanitarios están asustados ante la aparente descoordinación por parte de las comunidades. De nuevo, la figura del rastreador se planta como crucial. En la Comunidad Valenciana se cuenta con un total (según los últimos datos) de 1.210 rastreadores (195 en Castellón, 422 en Alicante y 593 en Valencia).
¿Son suficientes?
“La Comunidad Valenciana presenta una particularidad: la afluencia del turismo”, explica el Secretario General de SIETeSS, quien matiza que la clave está sobretodo, en el tiempo: “si te pones a rastrear des del principio, se controla muy bien”. Montero matiza que el número de rastreadores en la Comunitat puede estar bien en relación a su cantidad de población, pero evidentemente, “cuantos más rastreadores haya, mejor”.