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En la fiesta de Santa Teresa de Ávila, el 15 de octubre, las comunidades fundadas por la reformadora del Carmelo celebraron la clausura del V centenario de su nacimiento. Mons. Casimiro López Llorente presidió la eucaristía por la mañana en el Desierto de las Palmas, coincidiendo con la jornada de formación sacerdotal, y en Burriana por la tarde. D. Joaquín Guillamón, visitador de las religiosas contemplativas, representó al Obispo en Caudiel. Las Hermanas Carmelitas Descalzas de la Familia de la Madre de Dios, que cuidan y guardan de la Capilla y de la Imagen del Stmo. Cristo del Hospital en Vila-real, también conmemoraron esta efeméride con un triduo.
Mons. López Llorente recordó el camino hecho durante este año, marcado por los senderos hacia la perfección que destacó el Papa Francisco al inicio del aniversario: la alegría, la oración, la vida fraterna y la llamada a ofrecer a Cristo en este tiempo. Sin embargo, lejos de ser un punto y a parte, el Obispo puntualizó los nuevos retos: "Es tiempo de caminar. ¿Cómo y desde dónde? Desde el encuentro con Cristo, la oración que no es pensar ni hablar mucho sino dejarse amar, y desde Dios ir a los demás en misión".
Mons. López Llorente se refirió a la peregrinación de los sacerdotes a Ávila para "sentir más cerca la presencia de Teresa de Jesús", y quiso agradecer a Dios por "ella, su vida, los padres y madres carmelitas, que son presencia permanente entre nosotros, y su legado espiritual que se condensa en una frase: Solo Dios basta".
