El autor de los hechos tenía 20 años en ese momento y alega que sí disparó el extintor sobre sus amigos pero que el polvo de este no llegó al coche de la atracción
Castellón Información/S.N.
Los hechos se remontan al 8 de septiembre de 2017, cuando un joven de 20 años en aquel momento y 24 ahora, y con antecedentes penales no computables, causó daños valorados en 1.070 euros a una atracción de feria ubicada en el recinto ferial de Peñíscola, cerca del Castillo, al rociar un extintor sobre ella. El acusado se encontraba acompañado de una decena de amigos y al parecer sacó un extintor y comenzó a dispararlo y después se fue hacia su moto, estacionada a pocos metros, y se enfadó al comprobar que estaba llena de polvo del propio extintor. El acusado defiende en todo momento que disparó el extintor sobre sus amigos pero no causó ningún daño a la atracción, ya que no el polvó no llegó a ella, y aporta un vídeo de ello. La declaración de un testigo, el vigilante del recinto ferial, arroja que vio al acusado con un extintor mucho más grande del que aparece en las imágenes del auto justo después de observar la enorme polvareda, y lo reconoció cuando la Guardia Civil le enseñó una fotografía pocos días después del presunto autor.
La sentencia le declaró autor de un delito menos grave de daños, una multa de seis meses con una cuota diaria de cinco euros, el pago de las costas y una de indemnización a la empresa propietaria de la atracción de 1.070 euros más intereseses. La defensa del acusado presentó un recurso de apelación en agosto de 2020, pidiendo la absolución de su defendido del delito de daños a un delito leve y una pena de multa de mes por cinco euros al día, alegando que se había vulnerado la presunción de inocencia y no existía un testimonio claro de cómo sucedieron los hechos, ya que el testigo, en esta caso el gaurdia de seguridad, estaba a 25 metros dl supuesto autor y no podría haberle reconocido, además de que los daños no están acreditados. El Ministerio Fiscal impugnó el mismo y fue desestimado, por lo que el fallo fue confirmado.
El denunciante explica que el suceso provocó que tuviera que cambiar seis ficheros del coche de la atracción que son necesarios para que el vehículo funcione y que las tuvo que sustituir, como consecuencia del polvo corrosivo de los extintores. Cabe apuntar que el denunciante, único trabajador de la empresa en ese momento, y ahora propietario, se puso en contacto varias veces con el acusado y su padre para llegar a un acuerdo, lo que explica la tardanza en presentar la denuncia, un año después del suceso.
