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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 16:34

¿Conoces la ruta de las ermitas de Castelló?

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Un itinerario organizado por el MUCC que permite conocer el entorno de la capital de La Plana recorriendo caminos, huertos y montañas próximas a estas ermitas

El término de Castelló destaca por tener una abundante red de caminos rurales, en los cuales se pueden encontrar diferentes ermitas que forman parte del patrimonio de la ciudad de Castellón. Algunas de estas edificaciones se pueden encontrar en la ‘Ruta de las Ermitas’, un itinerario organizado por el Museu de la Ciutat de Castelló (MUCC), que permite conocer el entorno de la capital de La Plana de una manera totalmente diferente, recorriendo caminos, huertos y montañas próximas a estas ermitas.

¿Qué ermitas conforman esta Ruta?

Ermita de Santa María Magdalena 

El Ermitorio de la Magdalena es una de las principales señas de identidad castellonense y también una de las edificaciones más históricas de las tierras valencianas. Se halla sobre el cerro de la Magdalena, a unos 5 km de la ciudad, junto a los vestigios del Castell Vell. 

Desde el siglo XV, consta documentalmente la preocupación de la población de Castelló por la conservación y mejora de la ermita. En 1451 se levantó una capilla bajo la advocación de María Magdalena, cuya obra finalizó en los primeros meses de 1456. El templo está formado por dos naves paralelas de longitud desigual, separadas por arcos rudimentarios y una cubierta de bóveda de medio cañón. En uno de los muros se encuentran conservadas pinturas del siglo XIV. La ermita se sometió a diferentes reformas durante años posteriores, y no fue hasta 1758 cuando se reconstruyó todo el conjunto y quedó con el aspecto actual: ermita, hospedería y torreón adosado. 

La Ermita de Santa María Magdalena tiene gran protagonismo durante las fiestas fundacionales de la ciudad, declaradas de Interés Turístico Nacional. El tercer domingo de Cuaresma acoge el acto más multitudinario y emotivo de las fiestas de la Magdalena, la ‘Romeria de les Canyes’. Los castellonenses conmemoran la fundación de su ciudad regresando simbólicamente a su lugar de origen, en una peregrinación documentada al menos desde 1375

Basílica de la Virgen del Lledó 

En el mismo lugar donde, según la tradición más antigua de la ‘trovalla’ de la imagen, fue descubierta en 1366 la venerada imagen de la Virgen del Lledó por el arado del labrador castellonense Perot de Granyana, se levanta la ermita que da hogar y venera a la Patrona de la ciudad de Castelló desde 1922

El edificio clasificado como neoclásico, se construyó sobre los restos de los templos anteriores, motivo por el cual se conservan elementos decorativos de diversos estilos artísticos. Desde finales del siglo XIV es conocida la existencia de una pequeña ermita a la que acudían peregrinos de toda la comarca. Ampliada y transformada a lo largo de los siglos XV, XVI y XVII, es en el XVIII, entre 1724 y 1768, cuando el Lledó realiza su gran cambio para adquirir su actual configuración, que lo convierte en el mayor santuario rural valenciano. 

La ermita está considerada cómo uno de los lugares más visitados por los castellonenses y visitantes, la basílica se alza cómo uno de los orgullos de la ciudad de Castelló y un lugar de devoción. La fiesta del Lledó, pasó de celebrarse el domingo siguiente al 15 de agosto a conmemorarse, desde 1703, el primer domingo de septiembre, y actualmente se celebra el primer domingo de mayo desde 1912

Ermita de San Jaime de Fadrell 

Ubicada en la parada de Fadrell, en el Camino Caminàs, es un conjunto catalogado como Bien de Relevancia Local que data del siglo XIV. Establecida sobre un asentamiento romano, la Ermita de San Jaime de Fadrell era la mayor de las alquerías musulmanas situadas en el término del castillo de Castelló. Después de la conquista del Castell de la Magdalena, en 1233, el Rey Jaime I la entregó a la orden de Santiago, que readaptó la edificación y la convirtió en encomienda menor dependiente de la de Montalbán. 

Durante los siglos XIII, XIV y XV, la antigua alquería permaneció fortificada, con muros y torre, cuyos restos se hallan junto al pozo. Objeto de numerosas reformas a lo largo de los siglos, como las últimas de 1925 y fundamentalmente las de 1983 cuando se rehabilitó el conjunto, aún conserva un salón gótico y un retablo medieval. En sus dependencias también se instaló el Museo Municipal de Etnología, inaugurado el 25 de julio de 1985, y las fiestas de la ermita se celebran el domingo siguiente al 25 de julio

Ermita de San José de Censal 

Situada en el cruce del Caminàs con el camino de Vinamargo, en la parda Censal, esta ermita se construyó entre 1685 y 1689, año en el que fue bendecida. Declarada Bien de Relevancia Local, este edificio también conocido como ‘Ermita de Sant Josep de l’Olivera’, presenta unas dimensiones bastante reducidas. 

La fachada principal está coronada con un porche de tres arcos, y la estructura interior la forman una nave de dos secciones cuadradas y una bóveda de arista decorada con escenas del Nacimiento y de la huida a Egipto, de finales del siglo XIX. Como habitualmente no se usa para el culto, hubo un proyecto para utilizarla como ampliación del Museo Municipal de Etnología, que finalmente se ubicó en la Ermita de San Jaime de Fadrell. La festividad de la ermita coincide con la celebración de San José, el 19 de marzo

Ermita de San Pedro y San Isidro 

En el camino viejo del Mar, en la parada de Censal, se levanta la Ermita de San Pedro y San Isidro. La ermita tiene su origen a partir de la cesión de terrenos que en 1628 hizo el labrador Antoni Castell a la Cofradía de Llauradors, para edificar en ellos una ermita dedicada a San Isidro y a San Pedro. 

La ermita, de una nave y con tres tramos y presbiterio, presenta una fachada amplia , rematada con una espadaña con hueco para una sola campaña y terminada en un cruz de forja. La zona que más destaca es el presbiterio, al cual se accede por un gran arco triunfal completamente abierto y sostenido por delgadas columnas cilíndricas. 

La construcción de esta edificación comenzó el 10 de junio de 1630, finalizando las obras en 1644. La ermita fue utilizada como hospital durante la epidemia de cólera de 1885, y en 1892 fue rehabilitada y devuelta al culto religioso. Años más tarde, en 1972, las cooperativas agrarias de la ciudad la adquirieron para restaurarla en 1973, y actualmente esta ermita es una de las mejores conservadas del término. El domingo siguiente al día 15 de mayo, se celebra en la ermita su fiesta principal. 

Ermita de Sant Roc de Canet 

Ubicada en Camí dels Molins, cerca del Camí Vell de Canet, se encuentra una ermita dedicada al santo protector de la peste y las epidemias. Se construyó en el siglo XVII sobre el solar que ocupó un cementerio y hospital de afectados por la peste. Catalogada como Bien de Relevancia Local, está formada por dos plantas rectangulares y una pequeña capilla en su lateral derecho. 

La devoción a Sant Roc tiene unos orígenes muy claros en Castelló. Las comarcas de la Plana se vieron muy afectadas con la llegada de la epidemia de la peste, pero ésta desapareció del territorio castellonense gracias a la ‘protección’ de Sant Roc y San Cristóbal, cuando ambos santos fueron declarados por el Consell patronos de la Castelló. La Ermita de Sant Roc de canet también es muy conocida por la población castellonense por ser un lugar habitual de parada el día de la ‘Romeria de les Canyes’ durante las fiestas de la Magdalena. Desde el año 1989 la Colla El Pixavi celebra en esta ermita las fiestas anuales el tercer domingo de septiembre

Ermita de Sant Francesc de la Font 

Ubicada en el camino viejo de Benicasim o ‘Camino de las Villas de Benicasim’, en la conocida por los agricultores como parda de Cap, se levanta esta ermita construida en la primera mitad del siglo XVIII al lado del bello paraje del Molí de la Font. La nomenclatura de la ermita, declarada como Bien de Relevancia Local, hace referencia a la Font de la Reina, una de las principales fuentes que abastecen al mencionado Molí de la Font. 

La ermita de Sant Francesc de la Font fue restaurada en 1976 por la ‘Germandat dels Cavallers de la Conquesta’ y el Ayuntamiento de Castelló, cuando apareció un interesante conjunto de pinturas al fresco. Presenta una única planta de salón con bóveda y cúpula, a la que se le suma la sacristía posterior y el pórtico delantero. El templo se ve ampliado en su parte posterior por la presencia de un cuerpo adosado de menos altura, que hace las veces de sacristía.

La ermita es escenario de fiestas populares y celebraciones, como el homenaje a Tombatossals el 9 de octubre, algunos actos de la ‘Germandat de Cavaller de la Conquesta’ o la fiesta principal de la ermita que se celebra el 12 de octubre

Ermita de San Nicolás de Bari 

La Iglesia de San Nicolás de Bari, ubicada en la calle Alloza, también conocida como ermita de San Nicolás de Bari, fue edificada entre los años 1560 y 1565, sobre lo que fue una antigua mezquita, en el barrio de la Morería. A partir de 1686, fue objeto de reformas, y ya en el siglo XX, finalizada la guerra civil, en el año 1981 se realizó la última gran intervención en la que se reformó el altar, y se decoró todo el interior. La ermita consta de nave única y cuatro crujías, con tres capillas laterales, todo ello con cubierta en bóveda de cañón. Algo que destaca del edificio es la fachada, realizada en piedra y que data de 1828. 

En la ermita, cada 28 de octubre los vecinos de la calle Alloza se reúnen para celebrar la fiesta de San Nicolás 

Ermita de la Virgen del Carmen 

En la partida Estepar, al sur de la actual Ciudad del Transporte, la ermita fue construida en 1948 por iniciativa de los vecinos de la zona. Durante algunos años, el edificio se encontraba en estado de abandono, y fue cedido al Ayuntamiento de Castelló en 2002 para que este fuera restaurado y bendecido para el culto en 2004

La ermita de la Virgen Carmen consta de tres partes: la capilla, una pequeña sacristía y un amplio porche delantero formado por tres arcos de medio punto. La festividad para honrar a la Virgen del Carmen, se celebra el domingo siguiente al 16 de julio.