Este encargo asciende a 29.842.123, 88 euros y garantiza la continuidad de un servicio esencial para los próximos dos años
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El Consell ha aprobado, a propuesta de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, el encargo a Vaersa del Servicio de Vigilancia Preventiva frente al riesgo de incendios forestales Este encargo asciende a 29.842.123, 88 euros, el más importante de la conselleria, y garantiza la continuidad de un servicio esencial para los próximos dos años.
El Servicio de Vigilancia Preventiva frente al riesgo de incendios forestales (que conforman más de 500 personas) se viene prestando desde el año 1995, siendo ejecutado por la empresa pública Vaersa desde el año 2001, de manera ininterrumpida.
Se puede apreciar en la serie estadística el momento en que arrancó esta propuesta, por el efecto en la tendencia, tanto en el número de incendios como en la superficie afectada, decreciente, debido principalmente a la labor de vigilancia, información, disuasión, y formación que durante todos estos años se ha venido realizando.
Este servicio supone un apoyo a las tareas de vigilancia, información y control que desempeñan los técnicos forestales y agentes medioambientales y lo conforman los observatorios forestales, las unidades de vigilancia (incluye las polivalentes, motobomba, comarcales y de biomasa), la unidad técnica de análisis (UT-902, que también presta apoyo al PMA en caso de incendio), el Sistema Integrado de Gestión de Incendios Forestales (conocido como SIGIF), las Centrales de Prevención de Incendios Forestales (CPIF, una en cada provincia, que son los centros de comunicación encargados de transmitir toda la información) y el equipo de formación.
Estos recursos de prevención descritos se complementan con encargados, coordinadores y técnicos forestales, y entre todos conforman una estructura encargada de la coordinación y buen funcionamiento de todo el operativo de vigilancia preventiva.
Este encargo mantiene la línea de trabajo con el fin de reducir el número de incendios y la superficie forestal afectada. El fuego tiene efectos negativos sobre el medio natural, tanto la zona afectada como la atmósfera, sobre las personas y los bienes y, por tanto, la economía, y sobre la seguridad de los recursos actuantes en la extinción.