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La conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, a través de su Direcció General de Salut Pública, va a poner en marcha el programa de control de alergias, dentro de las actuaciones en seguridad alimentaria para 2016.
Una de las acciones principales a desarrollar este año se centrará en los comedores escolares, tanto de titularidad pública como privada -incluyendo las escuelas infantiles-, en los que se comprobará si se exige certificado médico a los alumnos que manifiestan una alergia y si en la gestión del servicio de comedor, sea de gestión propia o externalizada, se realiza una gestión adecuada de los alérgenos.
Desde la direcció general de Salut Pública señalan que una gestión adecuada implica, entre otros elementos: incluir como peligro en el sistema de autocontrol la presencia de alérgenos en el producto final destinada a las niños que padecen alergia o intolerancia alimentaria, y asegurar que se informa de manera adecuada sobre los alérgenos presentes en los menús escolares, así como si se dispone de un registro de ingredientes alérgicos para cada plato. Igualmente, implica evitar la contaminación cruzada durante la preparación, el transporte o el almacenamiento de las comidas.
Al mismo tiempo se tomarán datos sobre el número de menús especiales que se sirven para cada tipo de alergia con objeto de realizar un diagnóstico más preciso sobre la prevalencia de las alergias en este ámbito.
Uno de los objetivos es detectar cuántos niños con alergias comen diariamente en los comedores escolares de la Comunitat Valenciana, como ha explicado la directora general de Salut Pública, Ana Mª García, en la inauguración de la 25ª Jornada 'Viure en salut' de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, centrada en la información alimentaria facilitada al consumidor.
En la jornada, en la que ha intervenido el subdirector general de Seguretat Alimentària i Laboratoris de Salut Pública, Vicent Yusà, se ha abordado la protección al consumidor frente a la presencia de alérgenos en alimentos. Además de auditores de sistemas de control oficial y técnicos de seguridad alimentaria de la Dirección General de Salut Pública, han participado también en la jornada el jefe de la sección de alergias del Hospital La Fe de Valencia, Ángel Campos, o la vocal asesora-coordinadora de la Estrategia NAOS de la Agencia Española de Consumo, Mª Ángeles Dal Re Saavedra, entre otros.
Reacciones alérgicas a los alimentos
La dirección general de Salut Pública recuerda que los consumidores que sufren alergias alimentarias deben evitar el consumo de los alimentos que desencadenan su proceso alérgico, ya que incluso pequeñas cantidades pueden provocar trastornos graves. Para ello es imprescindible que los alérgenos y sus derivados estén claramente identificados en la información que llega al consumidor.
Las alergias y las intolerancias alimentarias son reacciones adversas que se producen en individuos sensibles a la ingestión de ciertos alimentos. De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la prevalencia de las alergias alimentarias estaría entre el 1 y el 3% en adultos y entre un 4y un 6% en niños.
En Europa, cerca del 75% de las reacciones alérgicas en niños se deben a los huevos, leche y pescado. Alrededor del 50% de las reacciones alérgicos en adultos se deben a las frutas, los vegetales de la familia Apiaceae (apio, ), y los frutos secos.
La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) señala que en España hay 2 millones de personas alérgicas a los alimentos, y que en los últimos años ha aumentado el número de personas que acuden a las consultas por reacciones alérgicas a los alimentos. Los frutos secos, la fruta y el marisco son los principales causantes de las alergias alimentarias en adultos en España, mientras que la leche, el huevo y el pescado son los alimentos que crean más problemas en niños de 0-2 años.
La Legislación Europea (Reglamento 1169/2011) exige que se suministre al consumidor, a través del etiquetado, una información precisa sobre si el producto contiene ingredientes que pueden causar alergias. Esta obligación se circunscribe a los 14 alérgenos alimentarios más relevantes: gluten, crustáceos, huevos, pescado, cacahuetes, mostaza, soja, leche, frutos de cáscara, apio, sésamo, dióxido de azufre, altramuces y moluscos.
La información al consumidor también debe proporcionarse cuando se suministran alimentos no envasados, o que se envasan en los lugares de venta. Este aspecto es especialmente relevante en el ámbito de la restauración colectiva, y específicamente en comedores turísticos (restaurantes, bares que sirven comidas,..) o comedores escolares o establecimientos de comidas para llevar.