Le siguieron y le gritaron: “¡Negro, Ven aquí! ¡Que solo quiero que hablemos como hombres!
Continúa el infierno que vive una familia de Obispo Salinas por parte de sus vecinos que los siguen hasta el coche, los amenazan y los increpan. El más perjudicado es un muchacho de 18 años al que acosan también en otras zonas de Castellón: “¡Negro, Ven aquí! ¡Que solo quiero que hablemos como hombres!”, para añadir después: “Tengo muchos primos, tranquilo, vamos a encontrarte”
EM/ Castellón Información
Los problemas de convivencia en las viviendas sociales de Obispo Salinas en Castelló siguen adelante sin que se haya tomado medida alguna para frenar el infierno que vive una de las familias por parte de sus vecinos.
Son ya varias las veces que ha tenido que intervenir la policía y la cosa ha llegado al punto, de que la vecina acosada ha de llamarlos en varias ocasiones para poder entrar en su casa.
Y todo sigue igual, o casi. Porque el que peor lo pasa es el muchacho de 22 años que busca donde refugiarse para no tener que sufrir los insultos, las vejaciones y las amenazas de agresión que recibe cada vez que visita a su madre en Obispo Salinas, con las que vive asustado y en estado de ansiedad permanente.
La cosa no se ha quedado en el barrio. Tras conocer que este muchacho intentaba fijar su residencia en otra zona, para evitar esa situación de constante amenaza, los vecinos agresores ya le avisaron, sabían donde vivía.
De esta forma, el pasado 18 de enero, cuando este muchacho transitaba la calle con un amigo, el vecino que lo acosa intentó abordarlo y por lo pronto le gritó en tono intimidatorio: “¡Negro, Ven aquí! ¡Que solo quiero que hablemos como hombres!”. El joven intentó apurar el paso para que el vecino no siguiera acosándolo. Pero para su intranquilidad el vecino le indicó: “Tengo muchos primos, tranquilo, vamos a encontrarte”.
A consecuencia de ello, el joven volvía a entrar en estado de ansiedad, y asesorado por su madre ampliaba la denuncia que ya interpusieron ambos por las agresiones sufridas en Obispo Salinas el pasado mes de diciembre
Pero no es el único que vive en un ‘ay’. También le ocurrió a su madre, cuando se cruzó con la vecina en la calle. Según la denuncia también interpuesta por la víctima, la vecina le gritó, la siguió hasta el coche y la amenazó. “Que la mala relación ha continuado durante este tiempo hasta que en el día de la fecha la declarante se ha cruzado con (la vecina), quien la ha perseguido hasta el vehículo diciéndole: “¿Qué, te vas a tu casa?, vuelve a la prensa”,, en tono agresivo, así como : “ven aquí , sal del coche”, hasta que la declarante se ha ido del lugar mientras que (la vecina) continuaba gritando”.
Vivir en estas condiciones no es nada fácil.
Tal como publicó Castellón Información a raíz del contenido de las denuncias interpuestas en el juzgado, todo comenzó en 2019 a raíz de que la vecina acosada llamara la atención de los chiquillos para que se comportaran y no atentaran contra el mobiliario público de la finca. Desde entonces no hay convenio de convivencia que valga ni intervención municipal para evitar esta situación.
Se da la circunstancia de que en la zona y en las viviendas sociales municipales se ha denunciado la venta de droga en el barrio, que se produce tanto por el día como por la noche y tanto a menores como a adultos.
Tampoco se tiene constancia de que se haya habilitado ningún medio para proteger a muchacho al que se increpa y se acosa en plena calle con comentarios racistas.