El economista de ESADE José Carlos Díez apunta que el montante prestado por Alemania a España en los años de bonanza fue de sólo el 30%. Pero la elevada tasa de intereses ha permitido a Alemania financiarse al 0%.
Han sido muchas las definiciones que se le han atribuido a la actual crisis económica. Desde crisis de crédito hasta crisis del sistema hipotecario, pasando por crisis del euro, se ha asistido a muchas y variadas formas de describir la recesión más grave desde los años de la Gran Depresión. Pero si hay un factor que unifica todas las definiciones es la palabra crédito. "El crédito no corre", "paralización del crédito" o "abrir el grifo del crédito" son algunas de las expresiones que se han venido dando de manera constante. Pero habría que especificar en un determinado sentido: La crisis del sistema interbancario.
Las agencias de rating y su repercusión en el interbancario
Para que un banco preste dinero a sus clientes debe contar con partidas del mismo. Si se compara con un comercio habitual puede entenderse mucho mejor. Por ejemplo, si se tiene una tienda de camisetas y las camisetas no llegan, es imposible venderlas. Pues el dinero sigue el mismo ciclo. Si los grandes bancos no nutren sus cajas con dinero comprado a otras grandes entidades y se nutren de los Bancos Centrales (FED, BCE, etc), no tienen suficiente dinero para vender. Así, las prioridades durante los procesos de recesión van de la donación de crédito al pago de deuda. El poco dinero que pueden comprar los bancos en estos momentos se destina a pagar los intereses de la deuda que tienen contraída con otras entidades. Por ejemplo, el economista de ESADE José Carlos Díez apunta que el montante prestado por Alemania a España en los años de bonanza fue de sólo el 30%. Pero la elevada tasa de intereses ha permitido a Alemania financiarse al 0%. En ese camino han tenido mucho que ver las agencias de rating que bajaron la valoración de los activos y produjeron una desbandada del sistema bancario. En resumen, unos bancos no se fiaban de otros y se negaban a prestarse el dinero.
La centralización de la deuda en el sector del ladrillo
Otro factor decisivo a la hora de entender el abrumador descenso de la financiación bancaria en Castellón en los últimos 5 años con caídas del 29% y un estrepitoso retroceso de la inversión, ha sido sin duda la centralización de la inversión en el ladrillo. Los inversores vieron en el mercado de la construcción y sus adláteres un modo sencillo y poco arriesgado de hacer dinero. Pero se inició un conocido ascenso exponencial imposible de soportarse si no se crecía en torno al 3'5% anual. Castellón había sido una de las provincias con mayor inversión en ladrillo y, por ende, sufrió la caída de manera brusca. Además, la bajada de rating en la Comunidad Valenciana por parte de las principales agencias y un panorama político devastado por la corrupción hicieron el resto.
La financiación de las familias puede mejorar la situación
Las familias han vivido de modo realmente complejo los problemas crediticios. Es necesario que las familias sigan financiándose pero deben, al mismo tiempo, cambiar la modalidad tradicional. En lugar de optar por créditos amplios y a largo plazo, se puede optar por microcréditos cedidos por las agencias de crédito express, como los que se pueden ver aquí. Lo más positivo de estos créditos es su rapidez y su gran adaptabilidad a las necesidades del día a día. Esta es, según los principales analistas, una de las posibles vías para normalizar la financiación familiar.