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jueves, 21 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:21

Cruz Roja precisa incorporar voluntariado al proyecto 'Enfermedades Avanzadas'

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Cruz Roja desarrolla el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, impulsado por Obra Social "La Caixa", con el objetivo de mejorar la calidad asistencial en la atención a personas en situación de enfermedad avanzada y a sus familias, a través del apoyo emocional, social, y espiritual. Cruz Roja desde el inicio del proyecto en 2015 ha atendido a 300 pacientes; 383 familias y ha intervenido en 93 duelos.

Los EAPS (Equipos de Atención Psicosocial) de Cruz Roja, que intervienen desde 2015 en centros hospitalarios de Castellón, se han convertido en imprescindibles y cada día se incrementa la demanda, para atender a las personas con un proceso de enfermedad avanzada y a sus familiares, en los cuidados principales. Por este motivo Cruz Roja busca voluntarios para ampliar el equipo, que actúa en el Hospital General, La Magdalena y la Plana, así como en Atención Domiciliaria, a través de las Unidades Hospitalarias a Domicilio. En la actualidad trabajan tres psicólogos y 6 voluntarios, pero la demanda crece y se precisa más voluntariado para poder atender a todos.

El voluntario de este proyecto requiere una preparación especial. “Cada persona es única, diferente y merece todo nuestro respeto”, dice Esther Izquierdo, una de las psicólogas, en la sesión preparatoria con los voluntarios. “No se trata tanto de hablar, sino de escuchar”, añade Francisco Javier Morales, otro de los profesionales. En una situación de duelo hay que respetar, escuchar y acompañar en el dolor que siente la persona que está sufriendo la pérdida de su ser querido.

Y las voluntarias, con cierta experiencia, coinciden en la necesidad de enseñar, desde la infancia a gestionar las emociones. Ellas advierten al resto de voluntarios que se incorporan al proyecto, que  este es un trabajo en equipo, donde cada uno desempeña su rol y todos aportan. Hay que respetar la espiritualidad de cada persona, las creencias individuales y ejercer un acompañamiento respetuoso, prudente, honesto y humilde. “Hay que dejar atrás nuestra mochila y acompañar, sentir, escuchar y comprender las emociones y sentimientos de la persona con una enfermedad avanzada y la de los familiares que acompañan en este doloroso proceso; normalizando, en la media de lo posible, la situación y ayudando a disminuir el dolor.”

Las voluntarias reconocen que no es fácil, pero que es un tipo de voluntariado que ayuda a crecer como persona. Ellas no quieren ningún tipo de protagonismo, pero su labor es muy eficaz, lo reconocen tanto los usuarios como los profesionales, y cada día crecen las peticiones  para acompañar en este momento tan importante de la vida.