La clave del aspirante: “Cuando sea alcalde/sa”. ¿Cómo convencer a los demás si uno mismo no se lo cree?
Aunque la cuenta atrás, la oficial, para las elecciones municipales del 2023, acaba de dar el pistoletazo de salida, es más que evidente que la pre-campaña electoral comenzó ya hace muchos meses.
Y las cosas no están nada claras. Una cosa son las encuestas, las interesadas y las otras. Otra, el nerviosismo que se vive dentro de los partidos mayoritarios y no mayoritarios, y si me apuran, también el optimismo del que parten los otros partidos que se han creado para estas elecciones.
Las encuestas, en general (las no interesadas), apuntan un ‘empate técnico’ entre los bloques de izquierda y derecha. Y otro dato más: ninguno de esos partidos mayoritarios alcanzaría hoy por hoy una mayoría absoluta que les permita gobernar en solitario. Habrán de hacerlo en coalición.
A partir de aquí, ya surgen las especulaciones.
Lo más llamativo de todo es, que a tenor de lo que dicen unos y otros que van a conseguir en las urnas, el ayuntamiento de Castelló, con un total de 27 escaños se quedaría corto, muy corto para tanto optimismo.
Sería necesario duplicar o triplicar la representación política del Ayuntamiento de Castelló para que cupieran tantas buenas expectativas.
Los grupos mayoritarios: PSOE y PP
A nadie se le escapa que el PSOE no vive sus mejores momentos en cuanto a la imagen nacional que proyecta, que podría reflejarse también en las elecciones municipales. No pasaría lo mismo con el PP, cuyo líder, a día de hoy, cuenta ya con ganar las próximas elecciones Generales. Aunque ¡ojo! Una de las características de unas elecciones municipales es la ‘capacidad de tirón’ de los cabezas de lista.
Si el candidato o la candidata ‘son buenos’ y conocidos, la marca nacional no influye tanto en los resultados. No es ningún secreto.
En este caso, las candidatas de los dos partidos mayoritarios: Amparo Marco, por el PSOE; y Begoña Carrasco por el PP juegan a ofrecer la ‘mayor visibilidad’ y la mejor cara de sí mismas. La primera ‘vende logros’ la segunda, ‘cambios’.
En un cara a cara entre Amparo Marco y Begoña Carrasco ¿Quién ganaría el concurso de popularidad? ¿cómo las valoran los castellonenses?
Las listas electorales
Pero no solo de las cabeza de lista va el triunfo en las elecciones, también pasará factura las listas que las acompañen.
En lo que concierne al PSOE, la lista de Amparo Marco ya sufrió sus ‘vaivenes’ en la ejecutiva local que tenía que proponerla. El resultado se saldó con un golpe de mano por parte de la actual alcaldesa que, en base a los reglamentos de su partido y los apoyos de Valencia y Madrid impuso su lista particular por encima de las propuestas de su ejecutiva más inmediata. ¿Podrían pasarle factura estas decisiones?
La otra candidata mayoritaria es Begoña Carrasco, por el PP, que todavía no ha dado a conocer su lista electoral porque, aquí como el ayuntamiento, no caben tantos como quisieran en ‘los puestos de salida’.
Un elemento curioso, la mayoría de los partidos han tirado de ‘independientes’ para completar sus candidaturas y el impacto que puedan generar en el votante. ‘Los elegidos’ han sido, en todos los casos, gente de ‘la Fiesta’ y de las Asociaciones Vecinales.
Las noticias interesadas
En toda pre-campaña electoral las noticias y las encuestas también juegan su papel. Pero, como en todo, hay noticias y noticias, e incluso noticias y encuestas interesadas para ‘vender una realidad’ a los votantes indecisos.
En el caso del PSOE, las noticias interesadas no hacen sino repetir a diestro y siniestro que ‘todo el mundo’ está contentísimo con el gobierno de Amparo Marco, sus gestiones y sus logros y lo maravillosa que es la avenida de Lidón. ¿Es realmente así?
Según esas mismas ‘encuestas’, Marco podría no resentirse con las protestas vecinales, mantener sus diez representantes y sumar dos más con lo que conservaría la alcaldía… en cualquier caso, solo con mantener la representación actual los socialistas se quedarían más que satisfechos.
En el bando contrario, los más optimistas del PP apostarían con los ojos cerrados por los 12 o 14 representantes sobre los 7 que tienen ahora. Las expectativas más reales muestran un incremento hasta los 10 concejales, conseguir alguno más ya sería un logro.
Si se tiene en cuenta los 7 que tiene ahora, a los que Begoña Carrasco quiere premiar con la ‘repetición’, la intrusión de Salomé Pradas, los dos ‘independientes’ y la amortización de la plaza de Vicente Guillamón (que ha renunciado a ‘repetir’) con la actual presidenta del PP en el Grau, Ester Giner, los siguientes nombres de esa candidatura ya saben que están en el alambre.
Los partidos minoritarios con representación
Por supuesto que los partidos minoritarios también confían en ‘repetir’ y ‘crecer’.
Así lo esperan desde Compromís, donde los más optimistas confían en aumentar su presencia hasta… ¿cinco? ¿seis representantes? Bueno, los más sensatos firmarían ya por cuatro e incluso por tres. La ventaja de Compromís es ‘la fidelidad’ de sus votantes. Aunque, en este caso la suerte les viene de cara, pueden verse beneficiados por el nacimiento de Sumar que podría arrastrar hasta ellos a los insatisfechos de Podemos.
Ciudadanos lo tiene muy complicado para volver a tener presencia en el ayuntamiento. En el mejor de los casos, y en eso confía el nuevo candidato, Eduardo del Pozo, el recuerdo de lo que fueron en algún momento podría darles uno… Pero al nuevo candidato no lo conoce nadie. La candidatura de lo acompaña es toda una incógnita.
En general las encuestas los dan por desaparecidos. Si son ellos los encuestados no tendrán ningún problema en afirmar que mantendrán lo que ya tienen, tres concejales y alguno más.
En Podemos, tampoco repite el líder actual, Fernando Navarro. El partido no está en el mejor momento, hay demasiadas distensiones internas y aunque se afirmaba que la cabeza de lista iba a ser Marisol Barceló, eso ya tampoco lo tienen claro.
En cuanto a VOX, con un solo representante en el ayuntamiento, sueñan como locos en obtener de 3 a 5 concejales ¿Quiénes? No se sabe.
Y las cosas no están tan claras. Muchos dicen que aquí ‘la marca’ tirará mucho desde Madrid… ¿Pero realmente son ahora los que eran en las últimas Generales cuando dieron la sorpresa en toda España? ¿Si las Generales se repitieran en estos momentos mantendrían sus escaños o ya tocaron el máximo techo que tenían por delante?
El cabeza de lista para las próximas elecciones es nuevo, Antonio Ortolá, muy conocido en su casa y entre los suyos… sustituye al concejal Luciano Ferrer, hasta ahora la cara visible de VOX en el edificio consistorial y en las asociaciones vecinales. Al ‘nuevo’ no lo conoce tanta gente y su lista electoral también es desconocida. ¿Quién lo acompañará en su candidatura? ¿Pondrá entre sus primeros espadas a Luciano Ferrer para aprovechar a los simpatizantes de su gestión? ¿Se pueden preparar unas elecciones en dos meses (ahora ya menos) para garantizar ese crecimiento del que presumen?
Lo curioso del caso, es que los dos bloques mayoritarios, PSOE y PP se ven en la encrucijada de intentar ‘robar’ los apoyos de las agrupaciones de su mismo bando, sabedores de que los van a necesitar para una posible coalición. Si Compromís o VOX no suman lo que creen que van a obtener el resultado es imprevisible.
Los nuevos y sus aspiraciones
Y luego están ‘los nuevos’, entre ellos Som Castelló, Lo Nostre, e incluso Adin, que se presentó hace unos días.
El más sonado es Som Castelló que preconiza desde hace meses con romper todos los esquemas y un resultado de 4 0 5 concejales, por lo menos. El cabeza de lista, Javier Más, ya sueña con que lo llamen ‘alcalde’ y se define abiertamente como ‘el alcaldable’.
Afirman sin pestañear que tienen encuestas que los elevan hasta una posición de negociación como la bisagra que decidirá el nuevo gobierno municipal. O lo que es lo mismo, como indicó hace años un concejal del Blog, en convertirse “en el chocolate del bocadillito municipal”.
En cuanto a Lo Nostre, liderado por Regina Ballester, su proyección mediática es mínima, pero sus seguidores también presumen que van a alcanzar los mejores resultados, como Som Castelló.
Y es que, el problema en unas elecciones es alcanzar el mínimo número de votos que da derecho a un escaño. El segundo es algo más fácil, pero el primero no. De no conseguir ese número de seguidores sus votos se reparten entre los partidos más votados.
¿A quién beneficia la presentación de esos nuevos grupos políticos?
Som Castelló se mantiene en una calculada indefinición ideológica. Les conviene para el papel que están dispuestos a jugar. Dicen que no son ni izquierdas ni derechas… y calculan cómo de cara van a vender la representación obtenida (si es que la consiguen).
¡Pero claro! No opinan lo mismo sus oponentes.
El PSOE confía en que tanto Som Castelló como Lo Nostre resten votos al PP en estas próximas elecciones. Tal vez por eso, los Populares llaman a Som ‘la marca blanca del PSOE’, para que la gente de la calle los identifique como a afines a Amparo Marco. De Lo Nostre… ni los citan.
Votar a favor de o en contra de
Por otra parte, el análisis del 28M quizá podría responder a otras claves electorales. Todos los candidatos están convencidos de que son capaces de arrastrar el voto de los electores en base a 'su calidad' y a 'su propia valía'. Pero cabría preguntarse si los votantes no 'pasan' ya de tanta promesa electoral y formularan su voto de forma diferente.
La teoría podría traducirse en 'un voto de castigo' más que en un voto de reconocimiento. O dicho de otra manera. Votar para que no salga alguien en concreto en lugar de hacerlo por la ilusión de los programas que se ponen sobre la mesa... de ser así ¿Quién sería el más castigado y qué consecuencias tendría?
¿Qué puede ocurrir el 28 de mayo?
A juzgar por las previsiones de los propios partidos, que ganarían todos con tanta representación que se necesitarían, al menos, tres ayuntamientos más.
Pero como eso no es posible, como dice un refrán japonés: “cuando se habla de futuro el diablo se ríe”.