Noticias Castellón
jueves, 1 de mayo de 2025 | Última actualización: 17:54

Cuatro fases para transformar a tu equipo

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 34 segundos

Noticias Relacionadas

No hace mucho hablaba con un manager al que le han asignado la dirección de un equipo y me decía visiblemente agotado que si lo llega a saber se queda dónde estaba. Que es una guerra continua con su equipo, que parece que muchos de ellos les resbala, están acomodados y cada vez que avanzan dos pasos, dan cuatro pasos hacia atrás como los cangrejos.

¿Te suena?

Es normal, piensa que al final uno tiene el equipo que tiene y no el que le gustaría. Hemos estado trabajando durante meses en sesiones de coaching para mejorar sus habilidades directivas, pero hoy le he recordado algo fundamental:

"Todo lleva un proceso, y este no siempre es tan rápido como uno quiere".

De hecho, un equipo atraviesa cuatro fases claramente diferenciadas:

1. Formación

Es la fase inicial en la que los integrantes se conocen y aparecen muchas dudas sobre roles, objetivos y expectativas. Aquí el líder debe ser directivo, asumir el control, marcar objetivos claros y construir confianza. No dedicar suficiente tiempo aquí puede comprometer todo el proceso posterior.

2. Enfrentamiento

Quizá la fase más crítica, donde el equipo cuestiona si realmente puede trabajar junto. Surgen conflictos por posiciones, poder y reconocimiento. Muchos equipos evitan el conflicto y no lo resuelven adecuadamente. En esta fase, el líder debe adoptar un estilo de líder coach, gestionando conflictos, comunicando continuamente y estableciendo reglas claras.

3. Normalización

Aquí el equipo ya funciona mejor y se pregunta cómo trabajar juntos eficazmente. El líder debe ser un facilitador y debe empezar a soltar las riendas y facilitar más que dirigir, permitiendo que el equipo crezca y desarrolle autonomía. Sin embargo, debe mantenerse atento para evitar decisiones superficiales o poco exploradas debido al cansancio acumulado. Se trata de una fase donde ya hay procesos, cada uno sabe lo que tiene que hacer, hay orden y estructura, etc.

4. Desempeño

Es la fase óptima, donde el equipo logra máxima eficacia y sinergia, y busca formas aún más inteligentes de trabajar. El líder delega y confía plenamente en el equipo, que opera casi autónomamente. Es el momento de asumir nuevos retos y mantener el dinamismo para no caer en la complacencia. Esta es la fase en la que el líder tiene más tiempo para explorar otros caminos y quizás dedicar tiempo a otros aspectos.

La persona en cuestión se encuentra en la fase 2 (enfrentamiento), una fase que requiere de mucha fuerza de voluntad, inteligencia emocional y habilidades, que es tremendamente agotadora y en la que muchas veces como le sucede a él, uno puede plantearse si ha hecho bien en aceptar el encargo.

¿Te ha pasado alguna vez?

En resumen: Cada fase requiere un estilo de liderazgo situacional distinto y adaptado. Si notas que tienes dificultades para avanzar en alguna fase, recuerda que siempre puedes pedir ayuda. Y que si buscas llevar a tu equipo al siguiente nivel, estaré encantado de acompañarte en el proceso.

¿Viajamos juntos al éxito?