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Los días 16 y 17 de junio, Culla cumplió una vez más con la costumbre de sus ancestros. Como cada viernes y sábado de la semana del Corpus Christi, los vecinos de Culla emprendieron fielmente el camino que, año tras año, les lleva hasta la ermita de Sant Joan de Penyagolosa, situada en el término municipal de Vistabella del Maestrat.
Este rito, que tiene sus orígenes en la Edad Media, conserva los cantos en latín y el protocolo escrupuloso que marca la consueta, y que aportan un gran carácter místico a esta entrañable peregrinación. Esto mismo, junto al alto valor etnológico, histórico y cultural que posee, fue determinante para que el Pleno del Consell aprobara en abril de 2016 su declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial; junto a Els Pelegrins de Les Useres. Esta rogativa también forma parte del proyecto Camins del Penyagolosa, impulsado por la Diputación Provincial, para que Unesco reconozca los caminos de peregrinación del interior de Castellón como Patrimonio Mundial.
Celebración del Corpus Christi
La ancestral celebración del Corpus Christi, acontecida ayer domingo, es otro de los ejemplos del buen número de tradiciones y costumbres populares inseparables del pasado histórico de esta localidad del Alt Maestrat.
Esta festividad sorprendente al visitante, por ser una manifestación de la riqueza y la variedad del folclore local. La Eucaristía celebrada en la Iglesia de El Salvador, dio paso al recorrido procesional por las calles del casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural en 2004, acompañado por los majestuosos pendons y peañas con santos, los altares florales y los niños haciendo sonar los tradicionales pixurrulls.
