Gemma Teodoro Baldó
Mª José Llanes Castelló, promotora del proyecto, establece muchos de sus contactos literarios a través de su propio perfil en la red social Facebook.
Los libros de papel siguen vendiéndose. En este caso, reciclándose. Bien lo sabe Mª José Llanes Castelló, encargada de la biblioteca del Colegio de la Consolación de la localidad de Nules, y quien, desde hace tres años, ha puesto en marcha una actividad de intercambio de libros "para todas las edades y todos los gustos". Todo comenzó el Día del Libro de 2010. Un 23 de abril. En aquella ocasión, Mª José solicitó al consistorio de su localidad "una caseta en la feria", con el objetivo de "intercambiar los libros por otros, o venderlos a un precio simbólico". Nunca más de dos euros. Y es que sus habituales consejos diarios a los más pequeños en el colegio, en muchas ocasiones los lectores más voraces, la llevaron a querer expandir su "amor por la literatura".
Pasión lectora
En el caso de Mª José, la afición por la literatura surgió a una edad muy temprana. Aún recuerda el primer libro que recibió como regalo, a la edad de 14 años. Así, 'La inocencia perdida', de Judy Blume, la adentró en el mundo de los libros, y en el que hoy no manifiesta predilección por ningún género. "Cada momento pide un libro determinado". En lo que sí que se muestra tajante es en la preferencia por los libros "de papel" antes que por los e-books. "Tenemos dos en casa, pero no es lo mismo que acabar dormido con las páginas del libro abiertas".
Al preguntarle qué la mueve a intercambiar libros, en lugar de regalarlos, venderlos o donarlos, no duda en su respuesta. "El objetivo es transmitir pasión. Comunicación. No se trata de un interés personal, sino de establecer lazos a través de la lectura". La esencia de todo esto "no es regalar cultura, sino compartirla. Crear conexión con otras personas a través de un mismo libro". Otra cosa diferente es "comprar un libro como regalo para alguien". Por este motivo, siente cierto "desprendimiento" por los libros que intercambia. "Jamás he echado de menos la presencia de los libros que he intercambiado", asegura.
Condiciones
Como toda actividad bien planteada, la propuesta de Mª José, y "por la que ya han mostrado interés otros medios de comunicación provinciales", lleva un orden, ya que, desde el primer día en que se puso en marcha, los nombres de los participantes figuran en un listado, que permite "no perder la pista de los hilos establecidos con otros lectores". En este caso, hay quienes le preguntan "si podrán recuperar el libro intercambiado". Algo que será posible sólo "si no se lo ha llevado otro lector", aunque también existe la posibilidad de "dejarlo como señal". Además, quien quiera entrar en la rueda del intercambio de libros, debe cumplir unas mínimas condiciones, que se centran, principalmente, en intercambiar libros similares. "Una novedad por otra", o incluso "un tamaño por otro. Tienen que tener características comunes". Para ello, dispone de varios apartados: literatura reciente, entre la que figuran títulos tan novedosos como 'La sociedad secreta', de Sasha Grey; novela general más atemporal; literatura clásica o tratados de cualquier género; libros antiguos; y literatura infantil o juvenil.
Por último, al preguntarle qué tipo de literatura prefieren los lectores más jóvenes, los Hollister y los libros de aventuras de una generación anterior a los niños de hoy en día, "tienen más éxito estos días que muchos de los que se publican actualmente". En cambio, las lectoras "de edades más avanzadas", se decantan mucho por la literatura romántica. "Cada época y cada temporada piden una lectura diferente". Aunque, tal vez, su estación predilecta para dejarse acompañar por el universo de un libro nuevo, sería "un día de lluvia. La lluvia pide mucha calidez para acompañarla con un libro entre las manos". Tal vez por ese motivo, quienes mejor la conocen, aseguran que Mª José transmite la felicidad más absoluta durante los días en los que las nubes del cielo anuncian "nuevos chaparrones y aguaceros".