Periodista, compañero y amigo, falleció anoche en el Hospital. La noticia ha conmocionado a la sociedad de Castellón
“La vida es para valientes”. Con esta frase, Daniel Llorens, periodista, amigo y compañero, rendía homenaje a una mujer excepcional hace solo unos meses. Él sabía lo que decía.
Pero anoche, ese corazón tan grande que no le cabía en el pecho dejó de latir y Daniel Llorens decía adiós, cuando todavía le quedaba mucho, mucho camino por recorrer.
Daniel Llorens era un luchador nato. Un ‘hombre grande’ con unos preciosos ojos azules, y una cara de niño que escondían un alma sensible detrás de sus ironías y sus comentarios, esos que levantaban sonrisas y hasta carcajadas. Si, se podría pensar que vivía en un ‘mundo feliz’, pero la realidad es que el verdadero Daniel era una persona que había pasado por una vida complicada a la que se enfrentaba con una sonrisa. Un superviviente que vivía y dejaba vivir; que sacaba el humor para esconder su inmensa capacidad para querer y amar a quienes le rodeaban.
Llegó a Castellón Diario cuando todavía era poco más que un chaval, donde trabajó a las órdenes de Basilio Trilles y Juan Enrique Más.
Aquella redacción no tenía nada de corriente. Pronto, el corcho de la pared del fondo de la sala albergaba las imágenes de las folclóricas, a las que tanto él como Tonico Gascó veneraban cada tarde, entre las risas y sonrisas de sus compañeros. Aunque la reina era su Pepa Flores, de la que se convirtió en admirador, seguidor y biógrafo.
Todos, en aquella redacción, aprendimos a querer a Pepa Flores, la Pepa flores de Daniel Llorens, a la que rindió tributo siempre. Era experto en sociedad, en cine, en cultura… y entre sus chistes y comentarios, el periodismo de Daniel Llorens pisaba la calle y llegaba a todos los lectores a través de un hombre singular.
No se equivoquen, Daniel Llorens era una de las personas más inteligentes que he conocido, la más capaz. Se especializó en temas de cerámica y también aquí fue el mejor.
Tras el cierre de Castellón Diario, colaboró con el Mundo y luego fichó por Levante de Castellón. En la actualidad, además, colaboraba con Mediterráneo. Daniel Llorens sabía, por experiencia, que la vida se la tiene que trabajar uno, nadie regala nada. Y él ‘se buscó la vida’ hasta convertirse en uno de los mayores expertos del sector cerámico de Castellón; y en un autónomo que peleaba cada día por llegar a final de mes.
Daniel Llorens también realizaba comunicación política. Era el jefe de prensa de la Vall d’Alba, desde hace muchos años, y luego de Sant Joan de Moró y de Les Useres.
Ese autónomo incansable para lo laboral era también un hombre que sabía querer, que ejercía de amigo, de compañero, y de tío. Sobre todo, de tío y padrino del niño más maravilloso del mundo.
Daniel Llorens dijo adiós anoche. Es una de esas cosas que uno nunca imagina que puede llegar a pasar. No, personas como Daniel Llorens no se pueden marchar nunca. Son imprescindibles para poder mirar a la vida cara a cara, para guardar la esperanza de que mañana siempre será mejor.
Donde quiera que estés, te llevamos en el corazón.
DEP
El velatorio tendrá lugar en el tanatorio de Hermanos Bou, Sala 1, a partir de mañana martes, 20 de febrero, a las 16:00 horas. El funeral se celebrará en la concategral de Santa María, el miércoles 21 de febrero a las 11:00 horas.
