David Vicente Segarra. Diputado provincial del PP y Alcalde de La Torre d’En Besora
El mundo del toro, ‘el bou’, forma parte de la cultura y de las tradiciones de nuestra provincia. De hecho, en más de 90 municipios castellonenses se celebran espectáculos taurinos de manera regular: ‘bou embolat’, las entradas por las calles, pruebas de toros cerriles, tardes de vaquillas… Y, por todo eso, también es un importante pilar de la economía de nuestra provincia, pero sobre todo una garantía de supervivencia de muchos de nuestros pueblos del interior…
Desde el PP hemos defendido -y lo seguiremos haciendo- el mundo del toro tanto a nivel cultural como en su vertiente económica. Y fuimos los primeros –y tal vez los únicos- en alzar la voz para que los espectáculos taurinos de calle, tan machacados a todos los niveles durante la pandemia, tuvieran en todo momento la mismas consideraciones y limitaciones que el resto de actividades públicas. Ni más ni menos. Y es que la izquierda aprovecha cualquier resquicio para atacar y menospreciar los signos de identidad y las tradiciones de nuestros pueblos.
Pero, lamentablemente, la normalidad –ni la nueva ni la antigua- parece haber llegado al mundo de ‘els bous al carrer’, y los últimos informes de la Generalitat indican que, a pesar de que la provincia de Castellón lidera la recuperación del sector a nivel de la Comunitat Valenciana, las cifras todavía están muy lejos de llegar a las que se registraron antes de la pandemia. De hecho, el Covid ha reducido en un 62% los municipios que han celebrado ‘bous al carrer’ en 2021 en toda la región. Y de los 135 municipios de Castellón, solo 54 han celebrado espectáculos taurinos populares.
La situación, por lo tanto, es, como mínimo, delicada. Muy delicada. Y es que ‘els bous al carrer’ no son solo los propios toros o las ganaderías, sino que también son un revulsivo para la economía de los municipios en los que se celebran, dinamizando la actividad de todo tipo de comercios, así como de hoteles y casa rurales, y, por supuesto, de bares, cafeterías y restaurantes. Todos estos negocios ven como aumenta de manera considerable su facturación por el simple hecho que haya toros, como también ocurre con las empresas que alquilan o montan las barreras, compañías de seguros, técnicos, ambulancias, médicos, enfermeros, veterinarios… Todo un sin fin de profesionales que son necesarios para el buen desarrollo del espectáculo.
Todos debemos remar en la misma dirección para conseguir que la recuperación de ‘els bous al carrer’ sea total y, sobre todo, lo antes posible.
