Pasada la brillante experiencia de tener en Madrid a los líderes de todo el mundo occidental, cantando las excelencias militares del Tratado del Atlántico Norte como argumento de defensa ante al expansionismo ruso, tenemos que afrontar temas de contenido socio económico.
Ese brindis al sol, que organizó el Gobierno de Rajoy hace ya muchos años, curiosamente le ha venido como anillo al dedo a Pedro Sánchez, para intentar mejorar su imagen internacional en un momento en el que se encuentra con el agua al cuello, en otros muchos temas.
A un proceso de estanflación galopante, que es lo peor que le puede ocurrir a una economía lánguida y vulnerable como lo es la española actual, tenemos que “celebrar” los 25 años del Secuestro de Ortega Lara, a manos de unos etarras canallas y asesinos, que para contrarrestar el éxito de su liberación por los servicios de la Guardia Civil, asesinaron a Miguel Ángel Blanco.
Esa misma gentuza en la que se apoya actualmente nuestro Presidente del Gobierno, que les paga a los etarras, liberando a sus asesinos y colaboradores en los años de balas y muerte.
Ni lo he entendido nunca ni lo puedo entender ahora y mucho menos, cuando se permite definir al canalla (en mi modesta opinión) de Arnaldo Otegui como un “hombre de Paz”.
Debió decir “de la paz que encontraron en el cementerio los 1.500 españoles que fueron víctimas” de gentuza como él.
Por eso, en estos momentos en los que todos los medios de comunicación al servicio del Gobierno y subvencionados suculentamente por él, ponderan los resultados de la reunión de la OTAN y apenas dedican cuatro líneas a la lamentable situación económica a la que nos está condenando a la mayoría de los españoles, me parece muy conveniente recordarles a todos los españoles, cual ha sido , sigue siendo y parece condenada a serlo para siempre, la tolerante actitud de la izquierda social-comunista que nos Gobierna y nos ha Gobernado muchos años en el presente siglo.
Hoy 1º de Julio, hace 25 años exactamente.
En 1964, en España celebramos los 25 años de paz.
Hoy lamentablemente no podemos celebrar nada positivo, pero si recordar hechos vergonzosos y canallescos.
Los españoles, tenemos que aprender a perdonar pero nunca a olvidar, así que hasta la semana que viene.