Los siete alcaldables de PP, Psoe, Compromís, EUPV, Moviment por Castelló UPyD y Ciutdatans explicaron sus propuestas
Los siete candidatos a la alcaldía de Castellón en representación de: PP, Psoe, Compromís, EUPV, Moviment por Castelló UPyD y Ciutdatans, han presentado sus propuestas electorales en un debate organizado por adComunica, en el Hotel Luz de Castellón. Todos ellos coincidieron en algunas líneas básicas como son: la sostenibilidad, la transparencia, la participación ciudadana y el empleo, desde sus diferentes puntos de vista.
Esperanza Molina/Castellón Información
El salón del Hotel Luz de Castellón ha acogido esta tarde un debate político protagonizado por los siete candidatos que representan a las fuerzas más votadas o con mayor representación parlamentaria en estos momentos: Alfonso Bataller, por el PP; Amparo Marco por el PSPV; Enric Nomdedéu, por Compromís; Andrés Martínez, por EUPV, Pedro Tejedo, por UPyD, Xavier del Señor por Castelló en Moviment y Cristina Gabarda por Ciutadans.
El sistema elegido para este debate, organizado por la Asociación por la comunicación adComunica, ha sido: la intervención de los candidatos en orden inverso a su representatividad institucional, para la exposición previa de sus planteamientos, con un tiempo de 3 minutos cada uno. La exposición, de sus propuestas, en tunos de 2 minutos sobre tres áreas fundamentales. La participación el público con sus preguntas, para los cual los candidatos disponían de un minuto para responder. Y finalmente un último turno de dos minutos para concluir el debate.
En términos generales, todos ellos han apostado por un desarrollo sostenible de la ciudad; por potenciar su desarrollo, por medias por la transparencia y contra la corrupción, por la participación ciudadana y por la creación de empleo.
El cómo, cuándo y de qué manera, ha sido lo que ha diferenciado a los diferentes alcaldables. Unos se han expresado desde su conocimiento de la institución desde fuera; y han llegado a demandar temas que ya están en marcha o proyectos sobre los que ya se está trabajando. Otros, los que forman parte del actual Consistorio, con un mayor conocimiento de la situación, y con exposiciones que, a veces eran más dardos envenenados contra la línea de flotación del PP, que verdaderas alternativas.
Como hablar no cuesta nada, salieron a relucir algunas medidas concretas, como la apuesta por una auditoría municipal, la rebaja del sueldo de los políticos y alguna otra intervención más demagógica que real. Los hubo que apostaron por un gobierno más asambleario; los que se salieron por la tangente cuando la pregunta no les interesaba demasiado; o los que se apoyaron en los proyectos, no concluidos, del PP.
En su mayoría, todos, menos el PP, consecuentemente pidieron un cambio. Salieron a relucir los recortes de estos años de crisis, la deuda municipal, y los hubo que hablaron de los gastos estrafalarios del Ayuntamiento, y que afirmaron que lo primero que harían sería suprimir asesores, publicidad, y cualquier gasto de los que ahora, dijeron, solo sirve para que se luzca el alcalde.
En un momento determinad, y a raíz de las intervenciones, Castellón pudo parecer más una ciudad tercermundista producto de una postguerra mundial. En esto coincidieron la mayoría, menos Compromís, que fiel a su línea, reconoció que la situación no era ni tan maña ni tan catastrófica, al tiempo que aportaba sus propuestas para mejorar la ciudad.
Otros, fundamentalmente los que no tienen representación, solicitaron actuaciones como que los concejales declararan su patrimonio cuando toman posesión y cuando abandonan el cargo; algo que ya está establecido; o pidieron medidas por la transparencia y la corrupción, cuando se acaba de aprobar una ordenanza consensuada por todos los partidos; o pidieron planes de movilidad sobre el transporte, y planes sobre el comercio tradicional de Castellón y medidas contra la competencia desleal de las grandes superficies. Proyectos que ya se han trabajado, o imposibles de llevar a cabo en una sociedad amparada por la libre competencia.
Alfonso Bataller, del PP pudo haber sacado más partido a sus intervenciones. Frente a otros seis candidatos decididos a rebanarle el cuello para ponerse en su puesto, volvió a ser más gestor que político. Le faltó la cercanía que ha demostrado en reuniones más pequeñas, donde le resulta más fácil establecer contacto. Aun así, defendió los datos de su gestión, e intentó concluir cada intervención con una frase con efecto.
Amparo Marco, del Psoe, estuvo en su mejor salsa. Controló prácticamente todo, el tono de voz, las intervenciones, las alusiones. Y supo sacar la mano izquierda para salir lo más airosa posible cuando un miembro del público la acusó de querer imponerle la lengua en la que se educan sus hijos.
Enric Nomdedeu de Compromís, no se anduvo con rodeos. No tuvo tiempo para exponer todo lo que quiere y cree que puede hacer, pero estuvo acertado en muchas de sus intervenciones. Incluso, cuando la candidata de Vox, desde el público, preguntó cuánto gastaban los partidos en sus campañas y cuanto recibían de subvención. Nomdedeu fue claro: “Si ustedes tuvieran votos, también tendrían subvenciones”.
Andrés Martínez, de EUPV, apostó por un modelo de ciudad completamente diferente al actual y se expresó con soltura y acierto, tanto como Xavi del Señor, de Moviment Por Castellón.
Pedro Tejero, de UPyD sacó a relucir su discurso de que ellos son lo mejor de lo nuevo. Además de reconocer que su partido gastará 100.000 euros en todas las campañas de todas las candidaturas. Afirmó que no reciben subvenciones ni créditos, se financian por la aportación de militantes y micro créditos. Y refirió, muy acertadamente, que UPyD ha gastado 250.000 euros en las denuncias y querellas contra las cajas de Ahorros, que han determinado la intervención e los jueces, y la investigación de los casos de corrupción.
En cuanto a Cristina Gabarda, de Ciutadans… estaba.
Desde el público, se comparó las veces que le tocaba la lotería a Carlos Fabra, y los familiares ‘colocados’ en el Ayuntamiento de una ex representante sindical. La pregunta los descolocó a todos. Nomdedeu fue el más claro: si además de las sospechas tienen pruebas, nosotros seremos los primeros en ir a la fiscalía. El actual alcalde, Alfonso Bataller, dijo no conocer el tema. Y otros reconocieron tener sospechas pero no pruebas.
Y a la pregunta de qué haría usted al día siguiente si es alcalde/sa de Castellón, también las hubo de todos los colores. El intento de vender filosofía de partido, en la mayor parte de los casos; Aquí, Bataller fue contundente: “me levantaría como siempre, a las 08:00, iría al Ayuntamiento, a mi despacho y después felicitaría a todos los funcionarios, aunque algunos los critiquen, se lo merecen por el trabajo que realizan por la ciudad.