Jorge Fuentes. Embajador de España.
Me las veo y deseo para hablarles de algún asunto de rabiosa actualidad que no sea el Coronavirus. La epidemia sigue creciendo en España y en el mundo. Aquí llevamos ya más de 300 casos y 5 muertes. En el mundo, 95.000 infectados y aún sigue creciendo, probablemente -y esa es nuestra esperanza-, hasta que llegue el verano y el virus decline, ¡ojalá!, para siempre.
Y no es que falten temas que tratar. El más dramático, la medida tomada por Turquía que buscando presionar a la Unión Europea, ha abierto la espita de los refugiados alojados en su territorio a cambio de los 6 millones de euros anuales pagados por Bruselas (nosotros) y ha soltado algunas decenas de miles de los 4 millones allí asentados en pésimas condiciones.
Los refugiados no tienen ni tiempo para pensar en viruses; bastante tienen con encontrar algo para alimentarse y sobrevivir a los gases que les propinan de un lado el ejército griego y de otro el turco. Ahí tenemos, en nuestra desorientada Europa, de nuevo el problema migratorio que fue la causa principal del Brexit y de otros malentendidos entre los socios.
Pero junto a este grave asunto, hay otros muchos de los que habría que hablar y que el virus los ha ocultado: la visita a la Embajada mexicana en Bolivia, las hazañas de Ábalos, el nombramiento de la Fiscal General, las mentiras de Sánchez el insomne, el escracheador Iglesias escracheado, las solas y borrachas que quieren llegar a casa...
Cada uno de esos y otros muchos asuntos podrían ser un scoop, pero están quedando en flor de un día que se abren por la mañana y languidecen al anochecer.
Si no fuera porque no quiero pasarme de conspiranoico, aplicaría los rumores de que la epidemia china fue provocada por sus rivales mundiales, recelosos del crecimiento del país asiático, al caso español y diría que el Covid 19 lo está gestionando el Gobierno de forma que los medios informativos, sobre todo la tele, no tenga espacio más que para ese asunto.
Pero no voy ni a pensarlo. Por el contrario, voy a enviar un sincero deseo de pronta recuperación a los enfermos y de solidaridad con sus familiares, con la esperanza de que se encuentre pronto la vacuna para que todos tengamos tiempo para pensar en otros temas igualmente preocupantes.
