Todo el mundo habla de “delegar” en las empresas, pero ¿realmente se hace bien? Si preguntas a la mayoría de los managers, te dirán que sí delegan. Pero si haces la misma pregunta a sus equipos, es probable que obtengas otra respuesta. ¿Por qué? Porque en muchos casos, se confunde delegar con simplemente "pasar el marrón" a alguien más.
Cuando empecé en mi carrera, ansiaba que mis jefes me delegaran más responsabilidades. Quería aprender, demostrar mis capacidades y sentirme parte importante del equipo. Sin embargo, me encontré con managers que “delegaban” solo las tareas que no querían hacer, sin supervisión ni apoyo, y sin asumir la responsabilidad si algo salía mal. Seguro que te suena el clásico: “Es que si no lo hago yo, no se hace bien”.
Pero delegar va mucho más allá de eso. Y por eso en este artículo espero primero convencerte de porqué deberías delegar y en segundo lugar darte algunas claves e ideas que puedan ayudarte a delegar más y mejor.
En primer lugar; ¿Por qué es importante delegar?
- Te libera para lo estratégico: Al delegar, te enfocas en lo realmente importante, lo estratégico. Muchos managers que no delegan acaban atrapados en lo operativo, perdiendo de vista la visión a largo plazo y poniendo en riesgo el crecimiento de la empresa.
- Crea líderes: Delegar es la oportunidad para desarrollar líderes en tu equipo. Cuando das a otros el espacio para asumir retos y responsabilidades, el equipo crece en madurez y compromiso, y tú preparas líderes que competirán a tu lado. Recordemos: alcanzar metas extraordinarias solo es posible en equipo.
- Fomenta el compromiso: Al delegar de manera efectiva, no solo demuestras confianza en tus colaboradores, sino que también les haces sentir valorados. Esto es clave para fidelizar el talento en tu empresa.
¿Cómo delegar correctamente? Hay tres pasos clave para una delegación efectiva:
- Elección adecuada: Elige la persona correcta para cada tarea, y dale la confianza y libertad de abordarla a su manera.
- Comunicación clara: Define bien las tareas, establece plazos, y crea un sistema de seguimiento. Y, algo crucial que a menudo falta: reconoce y celebra los logros de tu equipo, tanto en público como en privado.
- Consideración y autonomía: Cuando delegues, entrega la responsabilidad y la autoridad. Evita intervenir a mitad de camino o deshacer lo que ya se ha hecho, porque esto puede afectar seriamente la moral y la confianza de tu equipo.
Recuerda: Delegar no termina cuando asignas la tarea. Dar feedback sobre cómo se realizó es esencial. La retroalimentación es otra herramienta poderosa que no debe faltar en el arsenal de un buen líder.
¿Y tú, delegas habitualmente? ¿Te resulta complicado? Cuéntame tu experiencia y si necesitas ayuda no dudes en preguntarme.