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Se trata de Kuni y Leia, dos ejemplares de delfín mular, especie catalogada como vulnerable en el Mediterráneo.
El movimiento responde al requerimiento por parte del Zoo de Barcelona siguiendo las recomendaciones del Programa Europeo de Conservación (EPP), el cual marca una serie de normas y criterios para la conservación de las especies, siempre priorizando el bienestar animal.
El Oceanogràfic cuenta con un delfinario formado por cinco piscinas de once metros de profundidad que dan cabida a 26 millones de litros de agua. Este nuevo espacio que acoge ahora a Kuni y Leia, junto con el grupo de delfines que ya albergaba, 13 ejemplares también de mular, conforman el contexto idóneo para cubrir las necesidades de ambos. Por una parte la integración en el grupo de Leia, necesaria por edad y sexo, y la de Kuni, para alcanzar su total recuperación a cargo del equipo de expertos y los medios con los que cuenta el Oceanogràfic. En ambos casos el objetivo es que los animales puedan continuar su ciclo biológico.
En el traslado ha participado un equipo formado por técnicos del Zoo de Barcelona y del Oceanogràfic de Valencia, y ha concluido satisfactoriamente siguiendo las bases previstas por el Programa Europeo de Conservación (EPP), del cual son miembros ambos centros.
Esta colaboración, fundamentada esencialmente en el bienestar de los dos ejemplares trasladados, servirá además para establecer un intercambio continuo de conocimientos entre veterinarios, investigadores y entrenadores del zoo y el acuario, sobre diversos aspectos relacionados con el enriquecimiento ambiental, el entrenamiento y la investigación, que beneficiará a ambas instituciones en el desarrollo de las líneas de trabajo que llevan a cabo para la conservación de esta especie.
