En la fase previa se ha instalado un andamiaje especial para posibilitar el derribo por fases de la estructura.
Castellón Información
Los trabajos de demolición del antiguo depósito de agua existente junto al colegio Jaume I y el barranco de la Serraleta ya han comenzado con la fase previa de instalación de un andamiaje especial, “que permitirá el derribo paulatino de la estructura”, ha explicado el concejal de Urbanismo, José Manuel Casaus.
La demolición se ha de hacer de esta forma dado que en la base del depósito existen unos grupos de regulación de presión de la red general de agua, lo que imposibilita que se derruya la instalación de manera masiva. Además, tampoco hay que olvidar que el depósito está instalado junto al patio del colegio Jaume I, por lo que, tras estudiar todas las posibilidades y definir el proyecto, esta era la opción más adecuada y segura.
Tras la instalación del andamiaje, el segundo paso será el derribo con compresor del vaso del depósito, para ir bajando desde la parte más alta de la estructura hasta la base. Para ello se instalarán tubos de desescombro que posibilitarán que los residuos generados en la demolición “no caigan al suelo, sino en los contenedores que se instalarán en la base, porque es el sistema más seguro”. De hecho, según señala Casaus, “las medidas de seguridad son incluso más estrictas de lo habitual”, dado que el plazo de ejecución ronda los 2 meses, de manera que los escolares ya habrán vuelto al colegio cuando las obras estén en su recta final, “pero nos han dado garantías totales de que no se producirán molestias ni situaciones de peligro”.
La intención del Ayuntamiento, una vez tomada la decisión de derribar el depósito, era haber acometido cuanto antes la actuación, pero el principal escollo fue “salvar algunos trámites administrativos, principalmente ante la Confederación Hidrográfica del Júcar, dado que el depósito se encuentra en la cuenca de afección del barranco de la Serraleta”. En cuanto se ha dado el visto bueno, el consistorio ha dado la orden de comenzar con la demolición.
Es importante recordar que el equipo de gobierno lleva mucho tiempo estudiando todas las alternativas posibles respecto a esta estructura. De este modo, se planteó desde la recuperación del uso del depósito, hasta su restauración, pero finalmente tuvieron que descartarse estas opciones, al no ser viables. La opción más barata y con más garantías era la demolición, que supondrá una inversión de 70.000 euros. Como señaló el alcalde, Mario García, en su día “destinar tanto dinero para realizar un derribo siempre fue nuestra última opción, pero al comprobar que no existían alternativas, consideramos que era el momento de actuar, antes de que la situación del depósito se convirtiera en un riesgo real”, dado que hasta el momento no se han apreciado signos de ruina, pero el deterioro de la instalación, ante la fase de mantenimiento, era inevitable.
El Ayuntamiento de Nules ha mantenido contactos con la dirección del centro escolar para informarle de las distintas fases del proceso, “dado que nuestra prioridad absoluta es garantizar la seguridad”, ha explicado el edil de Urbanismo. En cualquier caso insiste en que cuando los escolares vuelvan a clase en septiembre “las obras estarán avanzadas”, porque la empresa se ha comprometido con el consistorio a agilizar las obras lo máximo posible.