Con el deseo de reparar este nuevo acto sacrílego se celebrará una Santa Misa de desagravio en la Iglesia de Santa María de Segorbe, el domingo, día 5 de marzo, a las 12:00 horas
La Diócesis de Segorbe-Castellón ha denunciado este lunes que a primera hora de hoy se ha descubierto una "grave" profanación del Santísimo Sacramento de la Eucaristía en la iglesia parroquial de Santa María, de Segorbe. En el transcurso de un robo, perpetrado durante la noche, se han sustraído varios objetos, y, lo que es más grave, se ha abierto el Sagrario y han sido derramadas las Sagradas Formas, depositadas en el copón y en el viril de la custodia.
Se recuerda que en menos de un mes se han tenido que "lamentar" una nueva profanación de la Eucaristía en esta Diócesis. La anterior tuvo lugar el 24 de enero en la iglesia parroquial de San Francisco de Asís de Castellón de la Plana. "Pido a toda la comunidad diocesana y en especial a los párrocos y otros rectores de iglesias que extremen las medidas de seguridad para evitar robos y, sobre todo, las profanaciones del Santísimo", se informa en la nota de prensa que ha sido enviada a los medios de comunicación, firmada por el obispo de esta diócesis, don Casimiro López Llorente.
Desde esta diócesis se indica que "lo ocurrido es un acto sacrílego contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía, presencia real y permanente de Jesucristo entre nosotros. Con el deseo de reparar este nuevo acto sacrílego celebraré una Santa Misa de desagravio en la Iglesia de Santa María de Segorbe, el domingo, día 5 de marzo, a las 12:00 horas, a la que invito a todos los católicos de la Diócesis de Segorbe-Castellón -sacerdotes, religiosos y laicos-, acompañando a los fieles de esta parroquia en este momento doloroso de su historia local".
Se pide a los sacerdotes que en todas las iglesias parroquiales, capillas y templos abiertos al culto se lleven a cabo actos de desagravio y de reparación sea con la celebración de la santa Misa o con la exposición prolongada del Santísimo Sacramento.
Además, se recuerda que que estos hechos "nos llaman a reflexionar" sobre lo que supone que el Señor se haya quedado presente "entre nosotros bajo las especies eucarísticas. Él no dudó ni un momento en cumplir su promesa: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Si el Señor, a pesar de todos los riesgos y peligros, mantiene hoy su voluntad de permanecer entre nosotros, es una señal inequívoca de que los bienes que se desprenden de su presencia son infinitamente más grandes que los males que se puedan derivar", se agrega.
Finalmente, se exhorta de nuevo a los todos fieles católicos a aprovechar lo acontecido para "renovar nuestra fe y devoción eucarísticas". Detrás de este suceso se esconde "una llamada a la conversión dirigida a cada uno de nosotros. Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, presente en la Eucaristía", finaliza la nota de prensa.