Cruz Elisa está amenazada de muerte, ha sido perseguida por grupos que atentan contra los derechos humanos más elementales que torturan y asesinan a quienes se enfrentan a ellos.
Cruz Elisa Buitrago, ciudadana colombiana acogida al Programa de protección de defensores y defensoras de derechos humanos de la Sección Española de Amnistía Internacional, ofreció una charla en la Llotja del Cànem para explicar su desgarradora historia como víctima de desplazamientos forzosos en su país de origen, Colombia.
Cruz Elisa está amenazada de muerte, ha sido perseguida por grupos que atentan contra los derechos humanos más elementales que torturan y asesinan a quienes se enfrentan a ellos y se atreven a denunciarlos. Actualmente reside en España acogida por el Programa de Defensores de los Derechos Humanos de Amnistía Internacional. Ha sido líder comunitaria, durante 15 años en la comunidad de la vereda El Porvenir, del municipio de Carmen de Viboral, en el departamento de Antioquia. Allí fue presidenta de la Junta de Accional Comunal, delegada a ASOCOMUNAL y delegada a la red comunal del Sur Oriente Antioqueño.
Cruz Elisa Buitrago explicó a los asistentes la situación de extrema violencia que existe en todo el país, donde se llega a asesinar a jóvenes campesinos para obtener lo que allí llaman ‘falsos positivos’. Explicó que para justificar la intervención en zonas rurales con el pretexto de la existencia de guerrilleros, se han llegado a secuestrar a estos campesinos, trasladándolos a otras zonas donde se les viste de soldado, se les da armas y se les asesina para darlos por bajas de guerra, convirtiéndose en ‘falsos positivos’.
Cruz Elisa lleva un año viviendo en Valencia y trasladó a los asistentes su sentimiento de vivir una nueva experiencia al poder caminar por la ciudad, dejar salir a sus hijas, sin permanecer en permanente tensión por miedo a ser agredidos. Todo esto, como afirmó “gracias a las firmas que todos los ciudadanos del mundo aportan a la causa de Amnistía Internacional, gracias quienes hoy les debo la vida”.
