El concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, valora la buena marcha de los trabajos, que han incluido catas arqueológicas para reafirmar las previsiones de encontrar restos de muralla, con el objetivo de contar con la nueva plaza a finales de agosto
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Las obras de la primera fase de la futura remodelación del Mercado Municipal avanzan a buen ritmo, con la demolición de los antiguos juzgados, que darán lugar a una plaza diáfana a finales de agosto. Las previsiones del departamento de Territorio, que dirige el concejal Emilio M. Obiol, fijan en el próximo 10 de julio el derribo completo de las paredes externas del edificio, en una primera fase de los trabajos que ha permitido también confirmar la existencia en la zona de restos de la antigua muralla de la ciudad, tal como se preveía en el proyecto.
En concreto, explica Obiol, las obras han incluido la realización de catas murales que han reafirmado las previsiones que se manejaban en el propio proyecto de encontrar en la zona de la plaza Colón restos de la muralla. “Como habíamos previsto desde un principio, las catas realizadas, que se completarán con otros sondeos basales, han permitido confirmar y localizar la existencia de muralla en la pared del fondo, que queda al margen de la obra de demolición. Este resultado no supone ningún tipo de variación ni alteración del calendario previsto y pactado con los vecinos”, aclara el concejal, quien recuerda que, tal como se señaló en su día, los restos de muralla localizados serán conservados y protegidos convenientemente.
“Los plazos se están cumpliendo y las obras avanzan a muy buen ritmo, por lo que la plaza resultante del derribo de los juzgados estará lista a finales de agosto, tal como estaba previsto, para que pueda estar operativa en la bajada de la imagen de la Virgen de Gracia al inicio de las fiestas patronales”, valora Obiol, quien recuerda que se trata de un proyecto “muy relevante para la configuración urbana y también para la dinamización económica y social de la ciudad”. Los trabajos, que se están ejecutando en esta época tras consensuar con los vecinos y comerciantes del centro el calendario de obras para minimizar las molestias, consisten en el derribo del antiguo edificio de los juzgados, ubicado junto al Mercado Central, con el objetivo de configurar una plaza diáfana en su lugar, paso previo a una futura remodelación del mercado municipal. El proyecto cuenta con un presupuesto de 300.000 euros y arrancó el pasado 15 de junio.
