La PAH pone sobre aviso a los afectados para que desconfíen de ofertas milagrosas y ‘salvadores’ que cobran y se desentienden
Los desahucios, uno de los problemas más dolientes en estos tiempos, se han convertido también en un negocio. Es el negocio de la miseria a costa de víctimas que se fían de promesas milagrosas y personas sin escrúpulos. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca pone sobre aviso a las víctimas para que desconfíen y soliciten información sobre sus derechos y las medidas que los amparan.
Esperanza Molina/Castellón Información
Es el negocio sobre la miseria, el negocio de los desahucios que algunos aprovechan para lucrarse a costa de los más desesperados.
Según ha podido averiguar la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, en los últimos meses se están dando casos que claman al cielo.
Se producen cuando… presuntos abogados, acuden a las familias de las personas que se encuentran en procesos que pueden acarrear el desahucio de su vivienda y se comprometen a solventar sus problemas, eso sí, previo pago de una cantidad. E incluso abogados, que pierden de vista los procesos que llevan entre manos, y ‘se olvidan’ de las fechas de los cumplimientos o la ejecución de los procesos. O casos, en los que se subasta la vivienda por una deuda mínima, cuando su valor es mucho mayor y el desahuciado se encuentra sin casa y acosado por nuevas deudas.
La consecuencia no tiene precio ¿o sí? Cuando la familia quiere percatarse de lo que está pasando, es cuando llegan a sacarlos de su casa; cuando se enteran, a veces por casualidad, que su desahucio está ya en el proceso de ejecución. Cuando ya no caben otras posibilidades, sus viviendas han sido subastadas, adjudicadas y se encuentran literalmente en la calle.
Los abogados milagrosos de Sevilla
Uno de estos procedimientos al que tuvo acceso la PAH, tiene que ver con el desahucio de una familia cuya vivienda se encuentra en la calle Maestro Falla de Castellón.
Su situación, similar a la de muchos afectados, deuda, impago y amenaza de desahucio.
Un buen día se presentaron dos señores en casa del afectado, identificados como dos abogados de una entidad de Sevilla (Asesores Técnicos Jurídicos en Gestión en Subastas y Recuperación de Inmuebles). Al afectado, que se encontraba sumido en los nervios y la preocupación, se le abrió el cielo. Las promesas fueron todas. Ellos se hacían cargo de todo y el afectado firmó una especie de convenio, que según los asesores de la PAH no era ni un contrato formal. El afectado abonó por ello 200 euros.
El documento, al que ha tenido acceso Castellón Información, señalaba entre sus cláusulas, que la citada empresa de esos señores, se comprometían a:
“1.- Asistencia a subasta o estar informado de lo ocurrido en la misma.
Informar al cliente sobre lo sucedido en la subasta personal o por cualquier otro medio de comunicación.
2.- Soluciones para antes y después de la subastya
Suspender la subasta con una cantidad mínima a determinar
Estudio de autos judiciales
Posible defecto de forma en el procedimiento
Negociación para posible cesión de remate.
3.- Negociaciones y gestiones después de la subasta. Compra venta o alquiler de la finca. Dichas gestiones serían por un tiempo no inferior a 6 meses, permaneciendo el demandado o inquilino en la finca durante el tiempo que duren las mismas…”
Y además otra serie de cláusulas en las que se garantizaba asesoramiento y asistencia con honorarios de 1.850 euros. La obligación de ingresar 650 euros, de los cuales, 300 por el encargo de la gestión.
Y por supuesto, el derecho de la empresa de abogados sevillanos, a rescindir unilateralmente el acuerdo, si el afectado no pagaba los plazos acordados…
Y aquí se acabó la historia de los abogados de Sevilla. Eso sucedió hace un año. Doce meses después, el afectado se enteró de que el tema de su vivienda iba a ejecución y pedía desesperado la ayuda de la Plataforma.
Desde la PAH, manifestaron sus integrantes, se llevaban las manos a la cabeza. Habían tenido doce meses por delante en los que podían haber negociado con el banco, haber buscado soluciones alternativas, haber podido reestudiar su caso… pero cuando el afectado llegó ante ellos, apenas tenían 24 horas para actuar. Y el pobre hombre, señalaban, todavía disculpaba a ‘aquellos asesores’ porque como no tenía dinero para haber cumplido los plazos, quizá la culpa de lo que ocurría fuera suya.
“Ningún abogado de Sevilla tiene competencias, así por las buenas, para actuar en Castellón” indicaba el asesor de la PAH y concejal Iñaki Vallejo. ¿Cómo era posible que se estuvieran produciendo este tipo de situaciones.
Y este es solo uno de los casos que se han dado recientemente en una realidad que ha llegado mucho más lejos.
Abogados que se olvidan de las fechas
Las mismas fuentes confirmaban, que se están dando casos de abogados de Castellón, que llevan casos de este tipo, que ‘se olvidan’ de las fechas’ o no comunican los procedimientos a los afectados.
“A veces nos hemos enterado de cómo están las cosas por los mismos representantes de los bancos, que nos avisan, cuando el abogado que lleva el caso de la familia no lo ha hecho”. Señalaba el abogado y concejal de Castelló en Moviment, Ignacio Vallejo.
En este sentido, el asesor de la PAH señalaba, que se ha criticado mucho al juzgado de Villarreal por el desahucio de una familia que fue desalojada hace menos de un mes… En los medios de comunicación salieron críticas de todo tipo, pero cuando la PAH entró en profundidad sobre el tema, se enteró de que no solo el juzgado no había actuado con precipitación, sino que había dado varios márgenes, y que se los había transmitido al abogado de la familia desahuciada, e incluso, que éste conocía la fecha y hora de un desahucio que pillaba a la familia completamente desprevenida. El abogado no lo comunicó.
¿Qué es lo que está pasando?, vuelve a preguntarse Ignacio Vallejo?
Cuando se ha logrado llegar a un acuerdo con Ayuntamientos, con instituciones, con el poder judicial… hay desahucios que se podían haber evitado y han sido los mismos abogados que tenían que defender a estas familias los que perdieron de vista el caso…
El Colegio tiene que responder de sus asociados
La PAH ha instado al Colegio de Abogados de Castellón a que ponga solución a los despistes o las desidias.
“Hasta ahora, cuando hemos comentado el tema con el Colegio, se le manda un aviso, ellos hablan con el abogado y nos remiten un escrito muy bien hecho en el que se justifica poco o nada… pero no asumen ninguna responsabilidad…pero esa familia ha perdido su vivienda… a veces todavía se puede recuperar… pero si ha salido ya a subasta… ya no hay quien dé marcha atrás en el procedimiento.
Subastas públicas para evitar abusos y picarescas
Finalmente hay quien apunta también al negocio como origen de algunos de los casos producidos, aunque de momento es difícil de demostrar.
Según comenta Ignacio Vallejo, la desaparición de ‘los subasteros’ ha dejado la puerta abierta a la picaresca, y posiblemente a actuaciones no del todo honestas.
Los subasteros eran aquellos que otras veces estaban al tanto en el Juzgado, para averiguar qué bienes salían a subasta por deuda o por impago.
El negocio consistía en el margen que se producía entre el precio de salida de la subasta, y el posible precio real del bien, cuando el subastero o empresa a la que representaba, la sacaba posteriormente al mercado.
En la actualidad, con la burbuja inmobiliaria y la caída del precio de las viviendas, los márgenes se han reducido tanto que son prácticamente inexistentes y muchos, por no decir todos, los subasteros han desaparecido.
Pero hay otras figuras que podrían haber ocupado ese lugar… y que estarían al tanto de las oportunidades
Por poner un ejemplo, la vivienda desahuciada de Villarreal. La hipoteca estaba pagada, y el motivo que da origen al desahucio es una deuda contraída por el propietario de la vivienda para avalar al novio de una de sus hijas. Este préstamo, tenía una cantidad pendiente de 8.000 euros, que, sumado a los intereses de deuda, ascendía a 30.000 euros.
La vivienda desahuciada estaba estimada en un valor entre los 150.000 y los 200.000 euros.
¿Se podría pensar que pudo haber alguien, conocedor del procedimiento y sus detalles, que aprovechara esta situación para hacerse con un bien de 150.000 o 200.000 euros pagando por ello la deuda debida? ¿Los 30.000 euros?.
No es demostrable, pero esta pregunta ha estado sobre la mesa.
Por otra parte, y como señala Ignacio Vallejo, el público sigue desconociendo los detalles de estos procedimientos. Muchos por ignorancia, otros por miedo y los hay que por vergüenza.
Pero lo peor, es que los afectados por estos procedimientos, no se liberan de su problema aun cuando su vivienda sea desahuciada y salga a subasta. Son procesos que apenas se hace públicos…
Si una vivienda, como es el caso de la ya citada, sale a subasta por una deuda de 30.000 euros, aun cuando el propietario tuviera que resignarse a perderla… una mayor publicidad de esta subasta podría hacer que concurrieran muchos más interesados, incrementar el precio de la adjudicación. Porque lo peor del caso, es que los propietarios, después de quedarse sin vivienda, todavía tendrán que pagar impuestos, cesiones y otro tipo de deudas.
Y posiblemente haya alguien que se esté aprovechando de estas situaciones límite. Es el negocio de la miseria y a costa de los que menos protección tienen.
