Organizado por Aspeguicv, periodistas, políticos y directivos del centro han tenido que taparse los ojos y aprender a desenvolverse en la oscuridad
¿Sabrías desayunar si te taparan completamente los ojos? Sí, parece que suena a poca cosa. Y seguramente la mayoría de los lectores contestarían sin problemas, que no lo ven muy complicado.
De acuerdo. “Pero ahora, vamos a hacerlo de verdad”. Y de esta manera, la asociación Aspeguicv y El Corte Inglés han procedido a vendar los ojos de los periodistas, políticos y directivos que se encontraban en la sala.
Primera sensación, la oscuridad. Y no, no ha resultado nada fácil. Vicente Galiana, presidente de la Asociación de Perros Guía ha tenido que dar las instrucciones precisas para que todos los comensales pudieran localizar donde tenían el plato, dónde el zumo, dónde el café. Cómo diferenciar la sal del azúcar o la sacarina. Tan fácil como pensar en las manecillas de un reloj, delante el plato, a las 11:00 el café, a las 13:00 horas el zumo… ¿Cómo suena el sobre de azúcar y cómo el de sacarina? ¿cómo diferenciar con el tacto la tarrina de la mermelada de la mantequilla?
Y la prueba de fuego ha sido la tostada, ¿Dónde dijo que estaba la mantequilla? ¿dónde puse la mermelada? ¿cómo compruebo que estoy expandiendo adecuadamente ambos ingredientes…? Lo que comérsela ya con cuchillo y tenedor, ni pasa por la imaginación.
No parecía tan complicado no, pero la experiencia sí que ha demostrado cómo la vista es un órgano, uno de los sentidos fundamental en la vida. Y cómo quienes no tienen vista han de adaptarse a esta carencia y salir adelante.
Es el reto al que se enfrentan diariamente muchas personas sin visión o con visión reducida. Personas que comparten su vida con los que sí ven, y que deben aprender a manejarse en la oscuridad… Y todo eso no es posible si los que tienen vista no recuerdan que, a lo mejor, los que no la tienen son los que ‘llegan a ver más lejos’. Porque hay cosas que no se ven con los ojos.
Aspeguicv y El Corte Inglés han colaborado para que esta experiencia sirva de aprendizaje, pero todavía queda mucho por conseguir. La discapacidad solo lo es de verdad si la sociedad pierde el respeto por las personas… y hasta es posible, que los dispacitados no sean los que no ven, sino los que no quieren abrir su mente para hacer más fácil la vida de los demás.
