La persona detenida, antes de enfrentarse con el representante, había lanzado varios huevos contra la fachada del consulado
Castellón Información
Agentes de la Policía Local de Castellón han detenido a un hombre de 36 años de edad por un presunto delito de amenazas e injurias graves a una autoridad al enfrentarse al cónsul rumano destinado en Castellón. Los hechos se produjeron el pasado martes, sobre las dos de la tarde, cuando la Sala Municipal de Seguridad y Emergencias 092 recibió las llamadas de varias personas que se encontraban en el consulado rumano ubicado en la Avenida Valencia que informaban que en el exterior del edificio había una persona muy alterada que estaba lanzando huevos contra la fachada del inmueble.
Inmediatamente la Sala Municipal 092 destinó al consulado rumano a una patrulla del Grupo de Intervención de Proximidad, G.I.P., cuyos agentes al llegar a dicho lugar, observaron a un grupo de personas frente al edificio consular. Los policías procedieron inmediatamente a intervenir para calmar los ánimos entre los allí presentes y observaron que entre ellos había una persona muy agresiva que estaba increpando a otra con graves amenazas e insultos. Los agentes procedieron a identificar a estos dos varones resultando que la persona que estaba recibiendo los insultos, las injurias y las amenazas graves es el actual cónsul general de Rumanía destinado en Castellón acreditado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y responsable de la oficina consular abierta en la Avenida Valencia. A la vista de estos hechos y ante la voluntad del cónsul de denunciar todos los hechos acaecidos, los agentes procedieron a la detención de la persona que estaba provocando el altercado, C.I.C., de 36 años de edad y de nacionalidad rumana por un presunto delito de amenazas e injurias graves a la autoridad.
Cabe destacar que los agentes pudieron comprobar que efectivamente, antes del enfrentamiento con el cónsul, la persona detenida había lanzado algunos huevos contra la fachada del consulado y que de todos los hechos habían sido testigos media docena de funcionarios de la administración de Rumanía.