El sector de los toros de calle está recuperando, muy poco a poco, la normalidad. Después de dos años de sequía absoluta por las severas –y en muchos casos incomprensibles- restricciones impuestas por la Generalitat Valenciana con motivo de la pandemia sanitaria; las ganaderías vuelven, por fin, a generar negocio. A facturar, algo imprescindible para mantener muchos puestos de trabajo que dependen directamente de los bous al carrer.
Las ganaderías regresan a la actividad, pero arrastrando más de 24 meses de números rojos. Y eso no hay empresa que lo resista… La situación, por lo tanto, es difícil, muy difícil. El sector está viviendo “algo parecido a una posguerra”, me dijo recientemente el ganadero Germán Vidal. Hay esperanzas de crecer y de mejorar, por supuesto, pero hace falta mucho tiempo… Y para que nadie se quede en el camino, habría que crear una línea de ayudas que faciliten y abaraten la contratación de espectáculos taurinos. Y, por supuesto, reducir la burocracia.
Y es que el mundo de los toros, tan estrechamente ligado a nuestra historia y a nuestra cultura, también es un generador de empleo directo, pero, sobre todo, indirecto. Los bous al carrer son un atractivo para que muchos de nuestros pueblos del interior logren abarrotar sus restaurantes y bares, e incluso colgar el cartel de ‘completo’ en todo tipo de hoteles, fondas y casas rurales. Una actividad que también nos ayuda a poner freno al proceso de despoblación que padecen muchos de nuestros pueblos.
El sector de la ganadería, como tantas y tantas veces hemos reivindicado desde el Partido Popular, es un emblema de calidad, garantía de trabajo y sinónimo de oportunidades para los pueblos del interior de nuestra provincia. Y es obligación de todos activar las medidas que ayuden a garantizar su futuro.
Los ganaderos necesitan ayuda. Pero no solo económica. También necesitan apoyo moral, después de muchos años sufriendo los ataques de los mal llamados animalistas y ecologistas. Haría falta una campaña para promocionar y dignificar los espectáculos taurinos populares como una de las más importantes y reconocibles señas de identidad de nuestra provincia. Así lo vemos desde el Partido Popular en nuestro afán por proteger y mantener todas aquellas tradiciones que nos definen como pueblo.
