Los políticos no podrán tomar partido en las mesas de contratación
El pleno de la Diputación de Castellón ha aprobado por unanimidad la Ordenanza de Transparencia y gobierno abierto y el Reglamento interno del Consejo Provincial de Participación Ciudadana, así como la mejora de la N-340. Pero tras las bendiciones llegó el atasco, seis horas para aceptar que los políticos no tendrán voto en las mesas de contratación y que la Diputación exigirá a la Generalitat más de 2,8 millones de euros para apoyar la lucha anti mosquitos, el turismo, el plan de empleo, o el transporte a demanda.
Esperanza Molina/Castellón Información
El pleno de la Diputación Provincial de Castellón, celebrado esta tarde, ha batido records de duración. Algo más de seis horas para aprobar los temas que ya contaban con la aceptación previa de todos los partidos como eran: la Ordenanza de Transparencia y gobierno abierto; el Reglamento Interno del Consejo Provincial de Participación Ciudadana; la petición de la modificación de crédito para la compra de libros de texto; la petición para una mejor financiación de la Comunitat Valenciana y sus infraestructuras, así como la mejora de la N-340.
Pero aún en estos puntos, todos los portavoces pidieron la palabra para expresar su satisfacción, matizar sus decisiones o, incluso felicitar al presidente por el esfuerzo realizado.
Pero para el PP no fue en ningún momento un camino de rosas, como lo demuestra el hecho, de que pasadas las dos de la tarde, el presidente de la Diputación pidiera a los diputados un poco de coherencia y que se ajustaran a sus tiempos, porque visto todo lo que quedaba encima sobre la mesa, indicó, la sesión se podía prolongar durante más de 400 minutos.
Y así fue. El pleno tenía un despacho extraordinario de tal calibre, que ya se sospechaba que la sesión iba a ser larga. No faltó de nada, mociones, enmiendas, contra enmiendas… buenas palabras, acusaciones, condiciones, y hasta los milagros de San Vicente Ferrer y la Mare de Deu y las expresiones de ¡Viva Rajoy! (Al estilo de ¡Viva Zapata!) llegaron a tener espacio propio.
Se rechazó la propuesta de Castelló en Moviment, sobre el Tratado Internacional Inter Atlántico de libre Comercio, no sin que diera que pensar a Compromís y a Psoe durante su primer turno de intervención. El rechazo, desde el primer momento, vino de parte del Grupo Popular que calificó como una locura posicionarse en contra de un tratado comercial en el que Castellón, como provincia, con un volumen de exportación anual de 1.652 millones de euros tenía mucho que perder y poco por ganar.
Entonces comenzaron las dudas y hasta la representante de Castelló en Moviment, Anna Peyalvert, tuvo que aclarar que su agrupación no indicaba si el TTIF era bueno o no, pero que quería transparencia sobre su negociación. Y en esta vuelta de tuerca, el representante del Grupo Socialista, Josep Benlloch, quedó como un señor con el análisis económico de una situación en la que, reconoció, que cualquier propuesta que abogara por cerrar puertos era “una demagogia en la que nosotros no estamos dispuestos a entrar”. Solo el PP votó en contra. Solo Castelló en Moviment, a favor. El resto se abstuvo.
La financiación autonómica ocupó su espacio a través de dos mociones, una presentada por Compromís y otra por PSOE, esta última con enmienda a la totalidad del PP.
La república independiente del PP en Castellón
‘Si dices que si no dices’, el portavoz socialista llegó a interpelar al PP y al presidente de la Diputación. Definió al Partido Popular como El Partido de la república independiente del PP en la provincia de Castellón, capaz de oponerse a su presidenta autonómica Isabel Bonig. Y en sus disquisiciones, definió la posición del Partido Popular en base a tres premisas básicas: “¡Viva Rajoy!, ¡Que pague Ximo (Puig) y ¡Cómo invierte España en Castellón!”.
Todo eso para, al final, llegar a un acuerdo con el PP por la que ambos grupos sumaron sus planteamientos (moción del PSOE y enmienda del PP. El resumen de todo esto fue la aprobación por unanimidad de la moción de Compromís sobre el sistema de financiación autonómica y la ejecución de inversiones en infraestructuras. Y la aprobación por mayoría de la moción conjunta PSOE- PP con los votos de Compromís, el no de Castellón en Moviment y la abstención de Ciudadanos.
Prestación de ingresos mínimos
No salió adelante la moción conjunta presentada por Compromís, PSOE y Castelló en Moviment en apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular de prestación de ingresos mínimos. Pero si, presentada por Ciudadanos -partido de la Ciudadanía para promover la eliminación de los cargos políticos en la Mesa de Contratación de la Diputación Provincial, con el apoyo de los votos del PP. En este sentido se rechazó la enmienda a la totalidad presentada por Castelló en Moviment.
No fue un tema que sentara muy bien en los grupos de Castellón en Moviment, Compromís y PSOE, que señalaron una y otra vez que la presencia política era fundamental por que representaba a la mayoría de voto de los ciudadanos que habían apostado por ellos. Pero Ciudadanos mantuvo la posición. “Quizá esto no se note en la Diputación, donde hay un solo político y varios técnicos en la Mesa de Contratación. Pero en el Ayuntamiento de Castellón, donde hay tres políticos y dos técnicos… ¿Dígame quién gana?
El portavoz del PSOE, Benlloch, le reprocharía a lo largo del pleno esta propuesta que dijo, sería contraproducente para los técnicos, porque “deben ser los políticos los que se expongan a las consecuencias de las toma de decisione”.
Aparte de la moción planteada de forma conjunta para pedir la adecuación de la N-340, el resto de las mociones del día, cinco en total, fueron presentadas por el Partido Popular. Aunque la temática de las mismas era muy diversa, todas ellas coincidían en el mismo aspecto, solicitar la colaboración activa de la Generalitat Valenciana para el desarrollo de proyectos que en uno u otro sentido beneficiaran a los habitantes de la provincia de Castellón.
Unos eran temas ya hablados y abordados, como el de la lucha contra los mosquitos; otros habían sido propuestos anteriormente por el PSOE, como la limpieza de bosques y el aprovechamiento de la biomasa; estaban también los temas que más escuecen al PP de la Diputación, como la promoción turística de la provincia; y carencias que piden soluciones urgentes para luchar contra despoblación del interior: el transporte rural.
Varios fueron los diputados del PP que salieron en su defensa. Y casi siempre fueron los mismos portavoces de la oposición los que defendieron su apoyo o desacuerdo…
Pero lo más relevante fue que volvió a pasar un poco más de lo mismo en cuanto a que: cuando se toca a la GVA, Compromís, Castelló en Moviment y PSOE saltan como si les hubiera puesto un resorte en el asiento. Que todos ellos, con mayor o menor apoyo de Ciudadanos, acusaron a la Diputación de querer dirigir los presupuestos de la Generalitat Valenciana, y de proponer acuerdos de colaboración de competencias que extralimitaban a la Diputación.
Y es que además, el portavoz del PSOE, que tiene cogida la medida exacta del PP, supo aprovechar cada resquicio para llevar al límite a los diputados populares y a su presidente, a los que puso a caldo cuando fue preciso.
El nerviosismo, que también pudo ser el hambre, llevó al presidente de la Diputación a contestar irónicamente a Benlloch, cuando este indicó que un Plan de Transporte ‘a la carta’ era antidemocrático e inoperativo, y más a costa del presupuesto autonómico. Moliner entró al trapo y manifestó, que “el señor Benlloch se equivocaba” de parte a parte y que “hasta un burro sabía que no era lo mismo transporte a la carta que transporte a demanda…”
Da igual lo que se debatiera de fondo porque, como puede imaginarse, el alcalde de Villarreal se lo tomó muy a pecho y pidió que no se le insultara. Moliner intentó justificarse y pidió disculpas. “no se lo llamaba a usted”. Pero Benlloch ya había aprovechado su momento.
En la misma tensión se debatió la limpieza de los bosques y espacios naturales de la provincia, para los que el diputado Luís Rubio dijo contar con 18 brigadas forestales integradas por cinco personas cada una de ellas.
Ximo Puig, el ‘pagafantas’ de la Diputación
De nuevo Compromís, Castelló en Moviment y Psoe le acusaron de utilizar a “Ximo Puig como el ‘pagafantas’ de la Diputación”. Ciudadanos afirmó estar en contra del aprovechamiento de la masa forestal para combustible y pidió su aprovechamiento como compostaje. Y Moliner estalló, e indicó, que pedir que la masa forestal se compostara a si misma era pedir un milagro que ni San Vicente Ferrer…” PP y Psoe llegaron a un acuerdo y aprobaron con sus votos este punto.
En el tema de los mosquitos, el ex alcalde de Nules y diputado provincial, Mario García tuvo que aguantarse las ganas y el chaparrón al tener que defenderse por participar en un trabajo conjunto con la Universidad de Valencia para dar soluciones al problema. Diputación, sin competencias, debería esperar a que la Generalitat se las diera, le dijo el PSOE. Pero esto, viniendo también de Josep Benlloch, que la pasada primavera llegó a denunciar a la Diputación en el juzgado por no darle soluciones contra las plagas… desbordó la paciencia del diputado, y del presidente.
En torno a la Excelencia Turística, no fue Benlloch sino la socialista Virginia Marti La que plantó cara al vicepresidente Andrés Martínez y su demanda, para que la Generalitat cumpla con Castellón y se sume a las campañas de proyección del turismo de la provincia y promoción del aeropuerto.
El representante de Compromís Xavier Trenco Habló de la importancia del turismo de carretera y el turismo rural. Castelló en Moviment se comprometió a estudiarlo. Ciudadanos apostó por darle un voto de confianza a la Diputación. Y la diputada socialista, Virginia Marti, como si estuviera en permanente contacto como representante del responsable de la Agencia Valenciana de Turismo, Francés Colomer y lo tuviera al otro lado del móvil, afrontaba las protestas y reivindicaciones de Martínez, con frases como: “La Agencia Valenciana de Turismo me dice que… Y echó en cara a la Diputación que se le habían ofrecido ‘x’ millones de euros para promoción y no se había respondido a la Generalitat.
En suma, entretenido, lo fue; pero largo también. Y cuando en el último punto del día se abordó plantear un nuevo convenio a la Generalitat Valenciana para la puesta en marcha de un nuevo Plan por el Empleo en la provincia de Castellón, sufragado por la Diputación, los Ayuntamientos y la Generalitat Valenciana… Y cuando el diputado Aguilella, que lo explicaba, se quejó dos veces que lo tarde que era (rondaban las seis de la tarde), el portavoz de la oposición el PSOE volvió a ser implacable. Vino a decir, que como diputado, el Sr. Aguilella no tenía derecho a quejarse fueran 6 horas o 25 porque, al fin y al cabo, cobraba un buen sueldo como político y no hacía sino cumplir con su obligación.
Fue una lucha de titanes en la que el PP se vio obligado a afinar la puntería y a aguantarse las ganas. Para Josep Benlloch la situación no tenía color, cinco propuestas de Diputación que sumaban más de 2,8 millones de euros a aportar por la Generalitat, sin conocer siquiera si la Generalitat tenía presupuesto para ello. Para Javier Moliner, los ‘Eliot Ness’, protectores de ‘los intocables’ de la GVA, apostaron más por el órgano autonómico que por las necesidades provinciales y sus demandas presupuestarias.
