PP, PSOE y Ciudadanos denunciaron las consecuencias de un conflicto que quiebra la convivencia e incumple la ley
La corporación Provincial se pronunció, por mayoría, a favor de la unidad territorial de España en un duro debate en el pleno de la Diputación. Votaron a favor: PP, PSOE y Ciudadanos. Se posicionaron en contra: Castelló en Moviment y Compromís. Los argumentos y las acusaciones, duros, muy duros, con ataques a la Constitución del 78 que, según los de Podemos, no pasó de una norma entre amiguetes. Legalidad y Libertad entraron en el juego dialectico. La mejor frase la de Lorenzo: “La democracia se legitima con el cumplimiento de la ley”.
Esperanza Molina/Castellón Información
El conflicto catalán se reprodujo hoy en el salón de plenos de la Diputación Provincial, donde los diputados sacaron a relucir argumentos largamente oídos durante estos días en los medios de actualidad nacional.
La propuesta por la unidad territorial de España estaba avalada por PP, PSOE y Ciudadanos. El resultado de la votación no preveía sorpresa, Castelló en Moviment, afín a Podemos y Compromís, que se autodenomina nacionalista, no ocultaron su oposición y tampoco la disfrazaron.
Dos posiciones encontradas en un tema que en la comunidad vecina está alcanzando grados de enfrentamiento ciudadano. Y frente a todo, argumentos muy difíciles de conciliar.
Imposibles si conciliar, si cabe, si, como indicó el diputado Vallejo, de Castelló en Moviment, se parte de una Constitución, la de 1978, que lejos de ser un acuerdo fundamental, para ellos fue solo un pacto de amiguetes para sostener las corrupciones de los partidos tradicionales, PP y PSOE a los que se suma, dijo “La marca blanca del PP, Ciudadanos”.
Más imposible todavía, si los argumentos que los tres partidos defensores de la moción, eran cuestionados por el diputado de Compromís, Pau Ferrando, para quien el Estado debe pedir perdón porque ‘domina’ ‘controla’ y quita la libertad de los ciudadanos catalanes además de perseguir y amenazar a los defensores del referéndum…
Frente a ellos, quizá la mejor frase y mejor planteamiento fue la del diputado socialista Toni Lorenzo, que además, de analizar la falta de garantías constitucionales del referéndum planteado por los independentistas catalanes; de poner sobre la mesa el bochornoso proceso de aprobación del parlamento catalán, puso blanco sobre negro: “La democracia se legitima con el cumplimiento de la ley”.
Y los representantes de los tres partidos que defendían la moción se centraron sobre la realidad catalana donde se ha abierto una brecha en la convivencia muy difícil de cerrar, que no afecta solo a Cataluña. “no es un problema de Cataluña, es un problema de todo el país, de España, esto no es una historia de buenos y malos”.
La representante de Ciudadanos, Cristina Gabarda pidió el apoyo de todos los partidos para una moción de censura en Cataluña, “una moción que exija responsabilidades a quienes lideran el golpe a la democracia”, “Desde Ciudadanos apoyaremos al Gobierno dentro del Estado de derecho”.
Mientras Vicente Sales, vicepresidente y portavoz del PP señalaba a su vez: “nos acusan de no querer dialogar pero los que promueven esta ruptura no han querido hacerlo nunca”. “Sabían que el rpesidente del gobierno no podía decidir lo que no corresponde solo a Cataluña, sino al conjunto de España.
Sentadas las bases del debate, e iniciada la polémica, el representante de CseM hizo una llamada a la desobediencia civil como “única forma de cambiar leyes injustas, porque el sentido de Estado nace de sus ciudadanos, no de sus gobernantes”.
Gabarda, de Ciudadanos, reprochó a CseM y Compromís la vulneración de los derechos de los ciudadanos catalanes y los señalamientos que hacen por la calle con los que se persigue a los ciudadanos.
Ferrando, de Compromís, leyó una carta en la que afirmaba que el estado debería pedir disculpas a los independientes catalanes, pero además, reprochó al PSOE el apoyo que brinda al Gobierno.
Lorenzo recriminó a Vallejo, de CseM su crítica hacia la constitución de 1978 y le aconsejó que antes de criticar se leyera las actas de sesiones de una Constitución que permitió devolver la dignidad y la democracia a los ciudadanos.
Y cerró el debate el vicepresidente Sales que también defendió la Constitución del 78 pero, además, recordó que “la libertad no se base en la imposición, eso no es democracia, es totalitarismo”.
Se abordaron otros temas, como la moción del PP sobre la deficiente gestión sanitaria del Consell.
En este punto, tampoco hubo sorpresas. Para PP y Ciudadanos la gestión de montón se llama ‘desastre’.
Vallejo aprovechó para volver sobre los ‘enchufismos del PP’. Xavier Trenco, de Compromís, solo tuvo flores para la consellera y Benlloch, del PSOE, utilizó su turno para hablar de la deuda que dejó el PP y a la que ha tenido que hacer frente el Gobierno del Botánico.
Y se completó la sesión con otro punto polémico, el plurilingüismo, con moción del PP, apoyada por Ciudadanos y votada en contra por los tres grupos de la oposición.
Durante la sesión hubo momentos también para todo e incluso, para sonrisas y anécdotas. Por ejemplo, cuando el diputado de CseM se lanzó en plancha con el tema de la Sanidad hablando del derecho infantil a la educación… y el presidente le llamó la atención: “Sr. Vallejo, se ha equivocado de punto…”
O cuando la portavoz de Ciudadanos, Cristina Gabarda se emocionó con su discurso y el presidente Moliner le rogó con un poco de guasa que acabara, en varias ocasiones…
O cuando el presidente Sales, reconvino al diputado de CSeM, y ante la cara que puso añadió, “si, usted dice que no son Podemos… pero en la mesa electoral tenían los dos escapularios puestos, el de Podemos y el de CseM… será por algo… yo llevo el de PP, no el del PP y Ciudadanos”
Por lo demás, pocas novedades y más de lo mismo.