El objetivo es concienciar a la ciudadanía de la importancia de proteger y preservar tanto a las aves como a los murciélagos
Juan José Benito/Castellón Información
La Asociación Protectora de la Naturaleza Levantina-Ecologistas en Acción (APNAL-EA) de Vinaròs ha presentado el Censo de Aves Urbanas de esta ciudad que ha realizado con el apoyo del Ayuntamiento.
Se trata del segundo estudio de estas características que se realiza en Vinaròs con el objetivo de detectar las especies de aves protegidas que hay en el casco urbano, estimar su población e identificar los principales riesgos para garantizar su protección.
El acto de presentación de este censo ha contado con la presencia del edil de Transición Ecológica, Hugo Romero, y la presidenta de APNAL-EA, Deborah Fandos.
La presidenta de APNAL-EA ha destacado que hay una gran población de golondrinas y vencejos, en especial en la plaza de toros y en la avenida de María Auxiliadora, así también como de murciélagos, en otros puntos de la localidad.
Tanto las golondrinas como los murciélagos son una ayuda muy importante para luchar contra los mosquitos, una sola golondrina puede comer hasta 850 moscas o mosquitos en tan solo un día. Mientras los murciélagos pueden comer entorno los 1.200 en una noche.
Fandos apuntaba que el principal inconveniente que sufren, en especial las aves, es la destrucción de los nidos, “un acto que está prohibido y penalizado con multas que podrían llegar hasta los 3.000 euros”.
La responsable del grupo ecologistas comentaba que “en algunos casos la destrucción de los nidos se hace de forma involuntaria por el desconocimiento de su existencia o por estar en una ubicación complicada, como ejemplo encima de una persiana”.
En este sentido, señalaba que se recomienda no realizar obras durante la época de cría y ofrecer alternativas de nidificación, como por ejemplo cajas nido, en caso de detectar que se ha ubicado en una situación comprometida.
Cajas nido
Por su parte, el edil de Transición Ecológica explicaba que durante la pasada legislatura se puso en marcha la instalación de cajas nido en diferentes puntos de la localidad para favorecer la cría de las aves urbanas, como por ejemplo los vencejos y golondrinas, así también como la reproducción de los murciélagos.