La entidad, que colabora con más de 100 asociaciones, trabaja en la implantación de este modelo tras el éxito de la prueba piloto en Almassora
‘Adiós’ a las denominadas ‘colas del hambre’. Ese es el objetivo del Banco de Alimentos de Castelló, que trabaja en la creación de un nuevo economato en la capital de la Plana tras el éxito obtenido en el proyecto piloto de Almassora. Así lo ha anunciado este miércoles el presidente de la entidad, Santiago Miralles, con motivo de la visita de la alcaldesa, Begoña Carrasco, y la concejala de Bienestar Social, Maica Hurtado, para la firma del convenio anual cuyo importe asciende a los 36.000 euros.
Se trata de una iniciativa con la que se pretende evitar el desperdicio de alimentos y, al mismo tiempo, proteger el anonimato, dignificar la entrega de alimentos y romper con la estigmatización de quien demanda comida. “Las personas que acuden al economato se llevan los productos que necesitan y es una manera de lograr una mejor administración de los alimentos que se entregan”, explica Miralles.
Para ello, los usuarios de este servicio reciben una tarjeta con un importe determinado, dependiendo de las necesidades y el número de integrantes del núcleo familiar, que oscila entre los 50 y los 100 euros en forma de puntos. Con ella, acuden al establecimiento para canjear esos puntos por los alimentos y productos que precisen.
Miralles avanza que la idea del Banco de Alimentos es poder abrirlo en el local anexo a la sede, ubicada en la carretera de Borriol, 2, que está dotado con una superficie de 500 metros cuadrados. La zona cuenta con un amplio aparcamiento y una parada de autobús en frente, lo que facilita el acceso de los usuarios, “que vendrían como si fueran a comprar a un supermercado”.
Por su parte, Carrasco ha subrayado que “el Ayuntamiento apoyará todas las iniciativas que lleve a cabo el Banco de Alimentos”, aunque ha advertido que el primer paso será estudiar la normativa, pues es cambiante, para encontrar la mejor fórmula para ejecutar el proyecto.
El Ayuntamiento incrementa la subvención a la entidad
Carrasco ha aprovechado para felicitar al Banco de Alimentos y al equipo de voluntarios “por la extraordinaria labor que llevan a cabo” y por la distinción de la Generalitat con motivo de los premios otorgados el 9 d’Octubre. “Cada vez se incrementan más las ayudas y, por ello, desde el Ayuntamiento hemos incrementado el convenio de financiación en 10.000 euros tras crecer un 24,8% los vecinos atendidos por la entidad”, ha revelado la primera edila.
En concreto, han pasado de 6.716 en el conjunto del 2022 a 8.382 hasta octubre del 2023. A ello se une que las donaciones por parte de empresas han caído en picado, un 84%. “Estas cifras son un auténtico termómetro de la situación económica y social actual y, ante las dificultades, pese al bloqueo que sufrían las ayudas municipales a la entidad por parte del anterior gobierno, han conseguido mantener su actividad”, ha resaltado Carrasco.
Asimismo, Miralles ha apuntado la necesidad de reforzar el personal para poder atender las necesidades de los castellonenses y se ha mostrado preocupado por el nuevo perfil de usuarios que demandan alimentos: matrimonios jóvenes, con dos o tres hijos.
400 toneladas de alimentos
El Banco de Alimentos, que colabora con 103 entidades de toda la provincia, almacena este miércoles un total de 400 toneladas de alimentos que ha recibido recientemente la entidad gracias a la segunda y última fase, según explica Miralles, de las ayudas europeas. “El año que viene no sabemos cómo ni quién las gestionará”, comenta Miralles. Una situación de incertidumbre que, tal y como asegura el responsable, “a nosotros no nos preocupa, ya que conseguimos alimentos y productos gracias a convenios con otras entidades”.