Los ciudadanos comienzan a denunciar una ‘situación injusta’, la web municipal no funcionó y las comunicaciones no llegaron
Muchos propietarios de Castelló se encuentran estos días con la desagradable sorpresa, de que tienen que pagar un 10% de recargo en su impuesto de IBI. El nuevo calendario fiscal municipal, adelantaba en un mes el abono de este impuesto. Pero los ciudadanos se quejan de una situación injusta: Recaudación no les envió las cartas de pago, la web municipal no funcionaba y la gestión de los recibos fue caótica. El ciberataque y la Covid contribuyeron al caos.
Esperanza Molina/ Castellón Información
Que pagar impuestos no es de las cosas más agradables de esta vida, eso está claro; pero si, además, esos impuestos llegan con recargo, se había modificado el calendario fiscal y el servicio municipal no funcionaba como debía, eso ya, clama al cielo.
Castellón Información ya publicó que esta situación podía ocurrir. Es cierto que el ayuntamiento publicó el cambio de calendario fiscal, con respecto al del año pasado. Pero a muchos ciudadanos les pasó desapercibido el nuncio de la web municipal.
Además, se sucedieron otros problemas, que, en este caso no atribuyen toda la culpa a los ciudadanos. Problemas que estaban relacionados con la Covid pero, sobre todo, con el ciberataque que sufrió el Ayuntamiento de Castelló el pasado mes de marzo.
¿Cuántos datos se perdieron durante el ciberataque?
¿Cuántos datos se perdieron en aquel ciberataque? De eso nadie da cuenta. Pero la realidad es que los servicios municipales y de Recaudación no funcionaron como debían.
Por una parte, fraccionamientos de impuestos que se habían solicitado y concedidos el año anterior, desaparecieron como por arte de magia en los archivos municipales. A resultas de ello, hubo contribuyentes que se llevaron el susto de su vida cuando vieron el cargo de sus impuestos de IBI, todo de una vez, el 31 de julio.
Fuentes municipales indicaron entonces, que el fraccionamiento debe solicitarse año a año, una respuesta que asesorías y gestorías negaron rotundamente esta afirmación. Luego si pasó así con los impuestos domiciliados ¿qué no pudo ocurrir con los que no lo estaban?
Años anteriores se remitía una comunicación a los contribuyentes para recordarles que deben realizar el pago en tal fecha, con la carta de pago para realizar el ingreso. Pero esta año no sucedió así o por lo menos muchos no la recibieron.
En el caso de los IBIs informatizados, no se les aplica ningún recargo por ingresar el impuesto fuera de plazo. Pero en lo que afecta a los no domiciliados, para poder pagar estos recibos los contribuyentes tienen que disponer de una carta de pago que, en años anteriores, se podía descargar a través de la web municipal, o era remitida por Recaudación a los propietarios.
Pero ni esas cartas llegaron a los contribuyentes, ni muchos de ellos pudieron descargarlas por internet, porque esa web no funcionó.
El otro problema, el de la Covid, ya es casi ‘un antiguo conocido’. Para evitar contagios y aglomeraciones, los servicios municipales requieren de ‘cita previa’, o de largas colas. La comunicación telefónica para conseguir una cita previa, ha resultado una hazaña durante meses. Y el pasado 31 de julio las colas delante de la Oficina de recaudación eran más que numerosas.
Aunque el ayuntamiento indica que notificar o remitir la carta de pago no era obligatorio... no le quita responsabilidad de cuanto ha sucedido
Ahora solo cabe sumar y el caos está servido. Los contribuyentes a los que le ha pasado factura tanta complicación añadida, afirman que el recargo del 10% es injusto.
Ahora bien, muchos de ellos tampoco saben cómo ni dónde deben de reclamar para evitar un sobrepago que ya a algunos, les sobrepasa en mucho sus posibilidades. ¿Quién les puede dar una respuesta adecuada y solucionarles el problema?
Y por cierto, la web de la Oficina de Recaudación, sigue fuera de servicio. ¿Será porque llevan 4 años con el contrato caducado?
Finalmente cabría hacerse otra pregunta: Se fía todo al certificado digital, al dominio de internet, a la gestión telemática, a las citas previas... a la web municipal. Pero a la hora de la verdad... ¿Cuántos ciudadanos dominan todas estas nuevas tecnologías y pueden manejarse con ellas?. Hace año y medio, Castelló no era digital, y en tan poco tiempo no ha conseguido transformar ni los usos ni las costumbres. la brecha digital existe y la discriminación digital, también.
