El centro de Castellón agoniza. Su corazón, el comercio de proximidad, ha dejado de latir ante la pasividad de un equipo de gobierno municipal que, a lo largo de los últimos ocho años, lejos de ayudar a los pequeños emprendedores, los que son el alma del epicentro de la ciudad, se ha dedicado a castigarles: las calles están más oscuras, ha instalado cámaras de tráfico que les han alejado de sus clientes y les han penado con una falta de limpieza avergonzante para una capital de provincia que aspira a ser referente y escaparate. El último ejemplo de la crítica situación por la que atraviesa el sector comercial castellonense es la liquidación de la tienda de Monfort Hogar de la calle Alloza. Se trata de un establecimiento que, tras 45 años de historia, tras superar las diferentes crisis económicas que ha atravesado el país, se ha visto abocado a cerrar sus puertas. Estamos asistiendo en directo a la liquidación del centro. Más de 70 locales exhiben carteles de ‘Se vende’, ‘Se alquila’, ‘Se traspasa’ en tres arterias como son la calle Alloza, Mayor y Enmedio.
Por si fuera poco, los planes del gobierno de Amparo Marco de cerrar al tráfico todo el centro, con la imposición del Proyecto de Zona de Bajas Emisiones, en lo que popularmente se conoce ya como ‘la Almendra’, será la puntilla a un centro que ya es una ratonera. El bloqueo al paso de coches en todas las calles que quedan comprendidas entre las rondas, 745.000 metros cuadrados, convertirán nuestro casco urbano central en un área de imposible acceso. No, no es lo que necesita Castellón.
Desde el Partido Popular temenos un plan de gobierno para reactivarlo a partir del 28 de mayo: más limpieza e iluminación, mejor accesibilidad con desconexión de las cámaras sancionadoras y con tíquets de descuento en párkings y campañas ambiciosas de bonos comerciales. Pondremos en marcha una plataforma de venta digital, con un sistema de entrega de productos a domicilio y campañas de promoción todo el año, como la de Navidad, con luces, música y espectáculos para atraer a usuarios. Proponemos un Castellón vivo para que no solo los vecinos de la capital, sino los de toda la provincia, vuelvan a enamorarse del centro de la ciudad.
Para ello, tenemos un ambicioso proyecto de reforma integral del Mercado Central, que contará con una zona de ocio y gastronomía. Potenciándolo, se beneficiarán otros sectores que están relacionados. Además, contamos con un Plan de embellecimiento del centro con ayudas para la restauración de fachadas de los edificios para mejorar la imagen de Castellón. A ello también contribuiremos con un Plan de limpieza de grafitis y pintadas en las paredes y mobiliario urbano.
Y es que solo hace falta salir a la calle y hablar con los responsables de los negocios que aún permanecen abiertos para entender a aquellos que, por desgracia, han decidido tirar la toalla. “Resistimos pero ya no podemos más”, me dicen. Y yo les animo a seguir adelante porque, a partir del 28 de mayo, el centro de Castellón va a cambiar. Nuestro programa de gobierno tiene en el comercio una de sus grandes prioridades.Vamos a reactivar el centro, a llenarlo de ilusión.
Es urgente contar con un centro vivo, donde los castellonenses vuelvan a estar enamorados de su ciudad. Para eso es fundamental que el comercio funcione, que sea un foco de atracción. Es urgente llenar las calles y plazas de vida, combinando actividades con la hostelería, fomentando el ocio y la animación crear, en definitiva, espacios de diversión para que el epicentro de la ciudad esté en ebullición y atraiga a vecinos y a visitantes.
Solo así recuperaremos la capitalidad del comercio en el centro.
