El Patronato da la callada por respuesta a las peticiones registradas por el ex presidente de la Junta de Fiestas
El Defensor del Pueblo requiere al Ayuntamiento de Castellón las cartas completas que dieron lugar a la decisión de destituir a Juanvi Bellido como presidente de la Junta de Fiestas el 22 de mayo de 2018. Bellido ha solicitado los documentos, al menos en cuatro ocasiones, con carta en el Registro Oficial. El Ayuntamiento da la callada por respuesta.
EM/ Castellón Información
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, requerirá al Ayuntamiento de Castellón la copia compulsada de las cartas que dieron lugar a la destitución de Juan Vicente Bellido como presidente de la Junta de Fiestas.
Así lo indica la carta remitida a Juan Vicente Bellido con fecha de 20 de noviembre de 2018 (hoy), en la que se confirma:
“Se ha recibido su escrito que, como sabe, quedó registrado en resta institución con el número que arriba se indica y al que debe hacer siempre referencia.
Una vez estudiada su queja, tal como se le indicó en el acuse de recibo en su día enviado, procede admitirla a trámite porque reúne los requisitos establecidos en el artículo 54 de la Constitución, en relación con la Ley Orgánica 3/1981, de 6 de abril, que regula esta institución.
Iniciada la actuación con el Ayuntamiento de Castellón de la Plana, se le dará cuenta del contenido de la información que se reciba y de los trámites que sigan”.
La queja presentada por Bellido tiene relación con las tres cartas que motivaron su cese como presidente de la Junta de Fiestas, el 22 de mayo de este año. Dos de ellas firmadas por los padres de las entonces Reinas de las fiestas, y la tercera, la firmada por miembros de su Junta de Fiestas.
Cartas que, “por razón de privacidad”, no fueron remitidas a Bellido antes de su cese, aunque se le indicó que podía consultarlas el día en que se celebró el Consejo Rector de las Fiestas (22 de mayo), a primera hora de la mañana.
Desde aquel mismo momento, Bellido expresó su desconocimiento sobre el contenido de los documentos, que no pudo consultar antes del Consejo, porque se encontraba trabajando (cabe recordar que los presidentes/as de las Fiestas de Castellón no tienen remuneración alguna por desempeñar el cargo)
Las ‘famosas’ cartas, fueron largamente cuestionadas, y no solo por el entonces presidente de la junta de Fiestas. Miembros de grupos municipales como el Grupo Popular, solicitaron ‘el original’ o una copia compulsada de las mismas, para comprobar la veracidad de su contenido.
Una de las cartas fue calificada por este periódico como ‘carta de patio de vecinos’, por la forma y el relato de los hechos. La segunda, simplemente confirmaba algunas de las quejas de la misiva anterior. Pero la tercera, la firmada por algunos representantes de las Fiestas, tal como fue presentada al Consejo, tenía toda la apariencia de estar o ‘muy mal escrita’ o lo que apuntan otros miembros del Consejo: incompleta. En este sentido, la carta presenta una serie de acusaciones, que no se completan, que se cortan de raíz tras la primera página, cuyo texto acaba con dos puntos… pero la segunda página solo contiene las firmas.
Así las cosas, Juanvi Bellido, ha solicitado por más de 4 ocasiones, que le sean facilitadas las cartas ‘completas’, que las que se le acusaba de temas tan graves como para provocar su destitución de forma ‘urgente’.
Las reclamaciones de Bellido, registradas en el Ayuntamiento, están dirigidas a los dos concejales que han ocupado el cargo de presidentes del patronato, desde el pasado mes de junio y en su caso, al gerente.
Tal como ha podido conocer Castellón Información, la primera reclamación está registrada con fecha de 18 de junio de este año, dirigida a la entonces concejal de Fiestas, Sara Usó. No hubo respuesta.
Con posterioridad, Bellido remitió otra reclamación, dirigida al gerente del Patronato y a la concejal de Fiestas Sara Usó, con fecha de 13 de julio. Tampoco hubo respuesta.
Todavía hubo una carta más con la misma petición, dirigidas tanto al gerente como a la ex concejal, Sara Usó, el 31 de agosto. Silencio absoluto.
Una nueva carta, dirigida, de nuevo, al gerente del Patronato y a la concejal de Fiestas, registrada el 7 de septiembre. De nuevo sin el menor resultado. Silencio.
Según Bellido, todavía hubo una reclamación más, pero esta vez dirigida al nuevo concejal de Fiestas, Omar Braina, que siguió el mismo camino que las anteriores, la mayor indiferencia y el silencio.
Ante esta situación, Bellido decidió cambiar de estrategia y remitió su queja al Defensor del Pueblo. En este caso, si que hubo respuesta. La oficina del Defensor del Pueblo respondió a su carta comunicándole el acuse de recibo con fecha de 10 de octubre.
En esta primera comunicación, el jefe del Servicio de Información y Registro acusaba recibo de la queja realizada:
“Acusamos recibo de su escrito que ha sido registrado con el número arriba indicado. Si desea dirigirse de nuevo a esta institución, en relación con el mismo asunto, haga constar este número de referencia”.
En esta carta se informaba que se trataba solo de un acuse de recibo, que no se traduciría en que la queja fuera admitida a trámite o no, y se advertía también, que “la presentación de un escrito en el Defensor del Pueblo no suspende la ejecución de las resoluciones administrativas o judiciales, ni tampoco interrumpe los plazos legales para recurrir contra ellas, si fuera procedente”.
Por lo menos, recibía respuesta. Hoy su queja ha sido admitida a trámite.
¿Por qué tanta historia por unas cartas?
La reclamación de Bellido tiene dos componentes, uno emocional, el otro también, pero además legal.
El componente emocional tiene que ver con el sentimiento de quien ha trabajado de forma gratuita por la fiesta, sin remuneración alguna, y al que se han puesto todo tipo de zancadillas desde su elección, incluidas las constantes peticiones oficiales ‘para que se fuera’, para que dimitiera’. Bellido aguantó en su puesto y tragó carros y carretas, incluidos desplantes y acusaciones, e incluso un proceso criminal contra él del que resultó absuelto, y en el que el juez aludió a la animadversión que le profesaba la concejal de Fiestas. Después de negarse a dimitir cuando se lo pidieron, el Consejo rector forzó la apertura de un expediente administrativo, y sin llegar a resolverlo lo destituyó en base a unas cartas que no le facilitó.
Cuanto menos, para Bellido resulta indignante. Más aún si los mismos que le destituyen, le niegan el pan y la sal y no se dignan siquiera a responder a cada una de sus cartas registradas. El derecho al pataleo era lo único que no podían arrebatarle.
En cuanto al tema emocional legal, cabe recordar, que Bellido siempre denunció lo injusto del trato recibido y anunció procesos judiciales… en este caso, las cartas que según aquel Consejo, determinaron su destitución, serían pruebas en su caso… sobre todo la carta que muchos han visto y que entienden como ‘incompleta’, porque nunca llegaron a ver el original de la misma, sino solamente una fotocopia que podía haber incluido otras páginas que, por la razón que fuera, no interesaba mostrar.
Por lo pronto, el Defensor del Pueblo se ha comprometido a requerir la información, pero además, y tal como publicó Castellón Información, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo ha admitido a trámite el recurso presentado por el expresidente de la Junta de Fiestas, por la forma en que se produjo su destitución.
