Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Cada vez que he escuchado a los independentistas catalanes y radicales de izquierdas invocando “su derecho a decidir”, me han entrado unas ganas enormes de completar ese slogan, invocando la asunción de las responsabilidades inherentes a sus decisiones.
Lamentablemente ellos, sistemáticamente se olvidan de la segunda parte y no solo la olvidan sino que una vez han decidido, se niegan a afrontarlas, porque carecen del sentido común necesario, para saber que cada acción tiene su reacción correspondiente y todos estamos obligados a respetar las leyes y si no lo hacemos y las infringimos, tenemos que saber afrontar las consecuencias.
Y es que esos políticos, no parecen haber tomado en toda su vida ni una sola decisión responsable en la esfera de su vida privada y consideran que su condición de ‘políticos’ lleva emparejada la de su ‘impunidad’ y se ríen de sus conciudadanos en su propia cara.
Los hombres de empresa, la auténtica elite económica e intelectual de los países desarrollados, se pasan la vida tomando decisiones y eligiendo entre varias opciones y asumiendo la responsabilidad de sus propias decisiones.
Están acostumbrados a hacerlo y son conscientes de que su futuro profesional irá siempre vinculado al acierto de sus decisiones.
Los independentistas catalanes y algunos de sus acólitos, indefinidos entre sus propios intereses electorales y el cumplimiento de las leyes que conocen pero pretenden obviar, no lo tienen tan claro.
Y por eso tenemos ahora a un Puigdemont fugitivo de la Justicia española acompañado por su cohorte de cobardes colaboradores, que tan pronto pisen suelo español, serán llevados a la cárcel por haber huido como comadrejas, después de haber vulnerado las leyes.
Y tenemos a su Vicepresidente y algunos compañeros de tropelías, que se quedaron en España y afrontaron su responsabilidad, pero siguen pidiendo que se les deje salir a hacer su campaña electoral, como lamentables plañideras.
Ni unos ni otros merecen la menor consideración.
Si han delinquido, es de pura lógica democrática que paguen por sus delitos, si hay evidencias suficientes de que así ha sido.
Y como última aberración, aparece un señor Iceta, que abogó fehacientemente por la aplicación del artículo 155 de nuestra Constitución y la defensa de nuestra Ley de Leyes y sin embargo en una pirueta electoralista inaceptable, pide el insulto para los delincuentes.
¿Con que argumentos legales o jurídicos es capaz de apoyar esa solicitud?
No va a encontrar ni uno sólo, porque cuando solicita el indulto, es porque reconoce la condición de delincuentes de las personas para quienes lo solicita.
Y en la encrucijada en la que estos señores han metido a España, no caben tibiezas ni medias tintas, que justifiquen su petición.
Porque de hacerlo, volveríamos a tener nuevos movimientos de rebeldes o sediciosos catalanes, vascos o de cualquier otra autonomía, solicitando la misma impunidad y el mismo trato de favor que se les dé a estos señores.
Iceta, llevado por su egoísmo personal, pretende pescar en todos los caladeros de votos posibles, tanto constitucionalistas como independentistas, sin darse cuenta de que lo que pueda ganar por un lado lo va a perder por el otro, además de perder toda credibilidad política entre unos y otros.
Él mismo, se ha descalificado como posible Presidente de la Generalidad Catalana, cuando hace pocas semanas defendió a ultranza la aplicación del articulo 155 en defensa de la unidad de España y en corto espacio de tiempo pasa a solicitar el indulto, para los delincuentes que se rebelaron contra la misma, vulnerando todas las leyes tanto españolas como catalanas, en busca de sus propios objetivos personales.
Lamentablemente y analizando las últimas estimaciones de voto anteriores a las elecciones del 21 de diciembre, parecemos abocados a que decidan los cargos electos de ‘En Comú Podem’, es decir unos señores que se identifican como “no independentistas, pero defienden el derecho a decidir”.
¿Tambièn eludirán después las responsabilidades de sus decisiones?
Esa duda me quita el sueño, porque nadan ‘entre dos aguas’ y seguramente exigirán ser ellos quienes presidan el Gobierno de la Generalidad, lo cual vendría a ser otro Gobierno a la Danesa, en el que la cuarta fuerza más votada llegó a la Presidencia en Copenhague, para poder formar Gobierno.
Tanto Iceta como En Comú Podem, parecen buscar esa maquiavélica solución para que se pueda formar Gobierno en Cataluña, pasándose por el forro de sus caprichos a las opciones mas votadas por la ciudadanía.
Sólo el acierto en la elección del voto de los catalanes el día 21 de Diciembre, puede evitar esa debacle, desmintiendo las tristes estimaciones de voto que hoy nos dejan más o menos en la misma situación que estábamos.
Otro ejemplo evidente de la irresponsabilidad política de nuestra classe política independentista y de lo fáciles de manipular que son los ciudadanos catalanes ante el adoctrinamiento de unos dirigentes, que se dedican a crearles problemas inexistentes, en vez de solucionarles los muchos que les aquejan.