El Ateneo de Castelló vuelve a abrir las puertas de su sede el próximo viernes para acoger la segunda de las tres ponencias del nuevo ciclo cultural que este mes de mayo centra el protagonismo en la historia. De esta manera, el Casino Antiguo recibirá, a las 19.00 horas, al diplomático español Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga, quien presentará la sesión titulada ¿Un nuevo orden mundial?
En ella, Fuentes realizará un repaso por los principales acontecimientos históricos acontecidos en el siglo XX, como es el caso de II Guerra Mundial, tras la cual se formó la organización de Naciones Unidas, que actualmente cuenta con 193 países como socios. La Guerra Fría y la caída de la Unión Soviética serán otros de los puntos clave de los que hablará el experto y que le servirán para exponer y adelantar el nuevo orden mundial.
Fuentes, que ejerció como embajador de España en Bulgaria, Estados Unidos y Croacia y estuvo al frente de la OTAN y la Unión Europea Occidental, ahondará en su ponencia en las tres grandes crisis de los últimos años, como son la bancaria (que arranca en EEUU), la sanitaria derivada por el Covid-19 (iniciada en China) y la Guerra de Ucrania (originada por Rusia).
Así, a partir de estos últimos acontecimientos, el que fuera nombrado embajador para la ampliación de la Unión Europea desde Madrid abordará la importancia de países como China, que “pasó de ser un país en desarrollo a convertirse, de manera progresiva, en tercera y segunda potencia mundial”. En este sentido, Fuentes recordará la firma del nuevo orden mundial entre China y Rusia, “lo que puso en cuestión todos los cimientos de Naciones Unidas”.
Tal y como subraya Fuentes, “China no tiene grandes pretensiones miliares ni políticas, pero quiere convertirse en la gran potencia económica. Sin embargo, aunque posea el mayor PIB del mundo, teniendo en cuenta sus más de 1.400 millones de habitantes, su PIB per cápita se sitúa 4 veces por debajo al de España y es entre 10 y 15 veces inferior a la de los países más ricos de la Unión Europea, como son Irlanda y Luxemburgo”.
“Es, por tanto, una potencia económica entre comillas”, incide Fuentes, y aunque adelanta que “en unos cinco años su PIB rebasará al de Estados Unidos, esto no será decisivo ya que para convertirse en una gran potencia se necesita una política fuerte, una ideología exportable, una ciencia sólida y una cultura que pueda ser vendible al mundo entero. Y eso es algo que China no tiene y que, muy probablemente, nunca tendrá”.
