Presentará una moción sustitutoria en la que condena el terrorismo pero poco más y cada portavoz del Fadrell hará su propia defensa
La moción presentada por el Grupo Municipal Popular para pedir que Castelló dedique una de sus calles al concejal asesinado por ETA, Miguel Angel Blanco, no saldrá adelante en el pleno de Castelló y ni siquiera será votada. El equipo de Fadrell ya ha anunciado una ‘moción sustitutoria’ en la que condena el terrorismo y poco más. Además, cada portavoz del equipo de gobierno hará su propia defensa.
El nombre de las calles de la ciudad se ha convertido en un verdadero quiebro de cabeza para algunos, fundamentalmente en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló.
Aunque hubo una época no muy lejana en la que los honores y las nomenclaturas de las calles se pactaban para que fueran designados de forma consensuada, ahora ya no es así.
Sucedió que, con la Ley de Memoria Democrática y el decreto de la Conselleria para retirar de la vía pública de la Comunitat Valenciana todos los símbolos relacionados con el franquismo, gran parte de la ciudad descubrió que muchos de sus ‘ilustres’ estaban dentro del catálogo que los expertos indicaban que había que borrar de las calles de la ciudad.
Eran hombres relacionados con la cultura, les normes de Castelló, la investigación e incluso con el desarrollo y con la conservación del patrimonio de la capital de la Plana.
Y como recordará el lector, porque esta historia ha dado mucho que hablar durante los dos últimos años, después de un intenso tira y afloja dentro del equipo de gobierno y el rechazo de la oposición municipal, muchos de esos ilustres han sido condenados a ser borrados de la memoria.
Pero el problema no ha quedado resuelto, porque se pueden borrar unos nombres, pero a la vez habrá que designar cuales son los que tomarán el relevo en el callejero de la capital de la Plana.
Y aquí lo del consenso de toda la Corporación también ha quedado descartado por principio. Es más, no hay acuerdo ni entre los componentes del equipo de gobierno.
Y así estaban las cosas cuando hace poco se ha cumplido el 25 aniversario de uno de los crímenes más horrorosos de la banda terrorista ETA: el asesinado de un concejal popular de Ermua, en el País Vasco, con dos tiros en la cabeza por el solo hecho de intentar hacer chantaje a la sociedad española.
El crimen que se llevó la vida de Miguel Angel Blanco marcó un antes y un después en la lucha contra la banda terrorista ETA.
Con este motivo, el Grupo Municipal Popular había elaborado una moción para solicitar que Castelló pusiera el nombre de Miguel Angel Blanco a una de sus calles. Moción que presentará para su aprobación en el pleno del ayuntamiento del próximo jueves.
Pero los integrantes del equipo de gobierno, que son incapaces de consensuar la nueva nomenclatura de las calles de Castelló sí que se han puesto de acuerdo en una cosa: No solo no votará a favor de la moción del PP, sino que, además, presentará una moción sustitutoria para que la propuesta del PP no llegue siquiera a ser votada.
Esto será así en aplicación del reglamento del pleno. Aunque ambas, la moción original y la sustitutoria se debatan de forma conjunta, primero se votará la del Fadrell, y dado que son mayoría de votos, aprobarán la suya sin dar opción a más.
No es un procedimiento novedoso. Ya se ha hecho antes. Lo único que clama al cielo es que los que ahora gobiernan, cuando estaban en la oposición si se opusieran con uñas y dientes a este tipo de método que calificaron de ‘rodillo de las derechas’, además de otras lindezas.
La moción sustitutoria del equipo de gobierno reconoce que el asesinato de Miguel Ángel Blanco fue uno de los crímenes más crueles de “la hoy derrotada banda terrorista ETA”.
Tampoco es que le den mucho más mérito, porque el texto que van a aprobar viene a decir que, como ya le hicieron un homenaje el pasado 13 de julio, pues poco más o menos que han cumplido y no tienen mucha más obligación con este asunto.
Y para justificar su argumento, desvían la atención a la respuesta de la sociedad que permitió defender la libertad y la democracia.
En conclusión, de la calle, nada. Solo piden reafirmar su soporte y solidaridad con las víctimas del terrorismo.
El texto de la moción casi resulta grosero para con lo que fue el terrorismo de ETA y los crímenes cometidos, pero ha sido capaz de poner en un mismo lado a PSOE, Podem y Compromís.
Ahora, eso también, cada uno de sus portavoces saldrá al estrado por separado para protagonizar su propia defensa del tema.
¿Qué no hubiera sido más elegante votar en contra y dejarse de tantas historias de medio pelo?
