Feliu desmonta los argumentos de Compromís, y afirma, que quiere tumbar el bilingüismo que la ciudad recobró hace 36 años
El Grupo Municipal Popular, casi al completo, se ha pronunciado hoy en rueda de prensa, para acusar a Compromís de ‘falsear’ la documentación que ofrece como argumento para valencianizar el nombre de la ciudad y acabar con el bilingüismo aceptado desde hace 36 años. Feliu dio la quinta conferencia y afirmó: “ya sabemos que Castellón es Castelló”, pero el equipo de Gobierno quiere dar un paso atrás para eliminar parte de nuestra historia”. El PP se compromete a dar marcha atrás si gobierna.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El próximo jueves, 31 de mayo, llegará al pleno del Ayuntamiento la propuesta de Compromís, para eliminar una de las denominaciones oficiales de Castellón, su topónimo en castellano, con el fin de que la ciudad pase a denominarse solo con su nombre en Valenciano: Castelló.
Es una propuesta que ya se puso sobre la mesa para ser aprobada en el pleno del Ayuntamiento del pasado mes de febrero. Entonces y, a última hora, el Grupo Socialista, fundamental para obtener la mayoría pretendida por Compromís, se descolgaba. La alcaldesa de Castellón reconocía, que esta medida no había sido consensuada ni comentada con los ciudadanos.
En un acuerdo de última hora, el equipo de Gobierno acordó retrasar la propuesta con el fin de que primero se pudiera realizar una campaña de información y pedagogía, para que todos los ciudadanos pudieran entender las razones que motivaban esta decisión: recobrar el nombre histórico de la ciudad que, según sus argumentos, había sido castellanizado tras la Guerra de Sucesión española y la llegada de los Borbones a la Corona de España en el siglo XVIII.
En función de este acuerdo en el equipo de Gobierno, se estableció una campaña que ha contado con carteles, folletos informativos y cuatro conferencias impartidas por los expertos a los que ha recurrido el equipo de Gobierno.
Pues bien, esta mañana el Grupo Municipal Popular de Castellón ofrecía una rueda de prensa, casi al completo (faltaban Javier Moliner, presidente de la Diputación, que se encontraba de viaje institucional, y María España, profesora, que se encontraba trabajando).
El objetivo de esta rueda de prensa, desmontar los argumentos de Compromís para reducir la denominación oficial de Castellón solo a su término en valenciano, y acusar al equipo de Gobierno de huir del bilingüismo amparado tanto por la Academia de la Lengua Valenciana como por las instituciones y Naciones Unidas.
Aunque ha sido Begoña Carrasco la primera en tomar la palabra, para realizar las manifestaciones políticas de su grupo, y cuestionar al equipo de Gobierno por llevar esta propuesta a pleno sin un consenso previo, lo mejor de todo han sido las explicaciones presentadas por Carlos Feliu. Feliu ha dado la quinta conferencia no programada por el equipo de Gobierno, y ha desmontado, uno a uno, los argumentos esgrimidos en los folletos municipales y defendidos por Compromís.
Carrasco: “El nombre de la ciudad ya es Castelló, lo es desde el 19 de julio de 1982 que fue aprobado por Decreto el bilingüismo del topónimo, por lo tanto el debate que plantean PSOE y Compromís es una falacia, una mentira. Lo que de verdad plantean es eliminar el nombre Castellón de la Plana, acabar con el bilingüismo que ha prevalecido durante 36 años”.
Feliu: “No existen suficientes argumentos históricos, ni legales que apoyen la eliminación de la denominación Castellón de la Plana y que, por lo tanto, la ciudad pierda su denominación actual bilingüe Castelló de la Plana/Castellón de la Plana”.
En base a estos argumentos, Feliu ha tachado de falsas las afirmaciones de los concejales del Pacto del Grao en su defensa de la valencianización del topónimo de Castellón.
Los argumentos desmontados por Feliu
1.- En primer lugar: “No es cierto que el gobierno local se acoja al cumplimiento del Reglamento de Normalización Lingüística del Ayuntamiento, de 1991”.
Article 6é. L'Ajuntament elevarà proposta al Consell per tal que tots els topònims tinguen forma oficial valenciana.
Article 7é Els rètols de la via pública destinats a informar els vianants, la col•locació dels quals siga competència municipal, seran redactats en ambdues llengües.
“La redacción del artículo 6 no excluye la denominación oficial Castellón, lo único que obliga es a que exista la forma valenciana. El mismo reglamento, sin embargo, en su artículo 7 obliga a la rotulación bilingüe, que omite el concejal de Normalización de Compromís, Ignasi García”.
2.- En segundo lugar: “tampoco es cierto que el Manual de Naciones Unidas, al que alude el gobierno, obligue a la univocidad. Deja claro que en el caso de zonas multilingües como es nuestra ciudad, el Ayuntamiento en el año 1982 optó por la tercera de las soluciones posibles, esto es la cooficialidad de Castelló y de Castellón. No se entiende que ahora se quiera optar por la primera opción, diciendo que es la única recomendada por Naciones Unidas”.
3.- En tercer lugar, “es falso que se quiera recuperar el nombre Castelló, porque ya se recuperó en 1982. Indistintamente hablan de “reparación histórica”, la cual ya se reparó en 1982, o lo que es más grave de “dignificación”, como si los castellano hablantes no la tuviesen. Desde hace 36 años nadie fuerza al otro a utilizar una denominación concreta, sin embargo, ellos sí lo pretenden. Existen otras capitales de provincia y de estados, en zonas multilingües que han optado por denominaciones bilingües, por ello, no se entiende la obsesión de eliminar la denominación Castellón de la Plana”.
4.- En cuarto lugar, “es falso que el nombre de Castellón apareciera a partir del Decreto de Nueva Planta de 1707 con Felipe V. La castellanización de la nobleza valenciana se produce en el siglo XVI en la que aparece numerosa documentación escrita en castellano, especialmente la correspondencia con la Corte Real o en textos literarios o notariales. Documentos que demuestran que el término “Castellón” tiene más de 450 años y en ningún momento su aparición es debida al Decreto de Nueva Planta, que nunca añadió una “n” al final del nombre original como afirma el folleto del Ayuntamiento”.
5.- En quinto lugar, “la denominación Castellón no puede considerarse un exónimo, ya que el castellano es lengua oficial en Castellón y por lo tanto no designa un accidente geográfico situado fuera del área donde aquella lengua tiene carácter oficial, por lo que no es comparable a Londres vs London (nombre oficial). Desde hace más de 450 años se utiliza la denominación Castellón y desde el siglo XVIII es usada por las personas castellano hablantes nacidas en nuestra ciudad, al igual que ocurre con las ciudades con denominación bilingüe”.6.- Y el sexto de los argumentos del gobierno es que la eliminación del topónimo bilingüe responde a un clamor popular. “Según Compromís hay un clamor popular favorable al cambio y el uso de la denominación Castelló, es aplastante en los usos comerciales y cotidianos, y vuelve a ser falso. Se ha visto por la escasa o nula asistencia a las conferencias programadas por el gobierno local. En la actualidad el uso de la denominación Castellón está muy extendida y coexiste en total normalidad con la denominación Castelló”.
Finalmente, tanto Feliu cómo Begoña Carrasco manifestaron que esta decisión se toma de espalda a los ciudadanos, sin atender las demandas de las tres federaciones de vecinos, que llegaron a proponer una consulta popular, y por el método de la imposición.
"Cuando gobernemos nosotros, si así lo quieren los ciudadanos, lo volveremos a cambiar, dijo Carrasco, porque la lengua y la ciudad no puede convertirse en una herramienta política, y porque Castellón ha sido y es bilingüe y siempre se ha tomado ese bilingüismo con normalidad".